Liz Truss, asediada por el "fuego amigo", recibe primeras peticiones de renuncia
REINO UNIDO. Ayer tres diputados "tories" pidieron públicamente su salida y podría convertirla en una de las primeras ministras más fugaces de la historia.
Los conservadores británicos estrechan el cerco en torno a la primera ministra británica, Liz Truss, cuyo mandato parece tambalear tras solo cinco semanas en el cargo y a quien sus compañeros de partido buscan ya un recambio.
La calamitosa gestión de la líder "tory" desde que fue designada nueva jefa del Gobierno el 6 de septiembre amenaza -a juicio de los analistas en el Reino Unido- con convertirla en una de las primeras ministras más fugaces de la historia británica.
El veterano diputado conservador Crispin Blunt fue el primero que, ayer, llamó públicamente a la renuncia de Truss, aunque se piensa que decenas de sus compañeros de bancada comparten esa idea.
"Creo que se acabó el juego para ella. Ahora se trata de (decidir) cómo se gestiona su sucesión", dijo Blunt en declaraciones a "Channel 4".
Las reglas internas del grupo parlamentario "tory" conceden una tregua de un año hasta poder convocar una moción de censura interna contra un nuevo líder, pero todo podría reventar si el clamor es unánime.
"Si hay una opinión de peso dentro del grupo parlamentario de que debe haber un relevo, este se llevará a cabo", opinó Blunt, sin ofrecer detalles sobre cómo sería el procedimiento.
Posteriormente, otros dos diputados "tories" siguieron el ejemplo de Blunt y reclamaron a Truss que dé un paso atrás.
"No podemos seguir así. Nuestro país, nuestra gente y nuestro partido se merecen algo mejor", dijo Andrew Bridgen al diario "The Telegraph".
En una carta publicada en Twitter, Jamie Wallis aseguró que "ya basta", y dijo que ha escrito a la primera ministra para comunicarle que ya no goza de su confianza.
Si finalmente deja Downing Street y es reemplazada por otro miembro de su partido, los conservadores habrán tenido cinco primeros ministros en solo seis años, tras David Cameron, Theresa May, Boris Johnson y Truss.
Mientras se urde una rebelión a sus espaldas, la primera ministra convocó ayer a su nuevo titular de Economía, Jemery Hunt, en la residencia campestre de Chequers para preparar el nuevo plan fiscal que este deberá presentar a la nación el 31 de octubre.
De esa hoja de ruta desaparecerán buena parte de las masivas bajadas de impuestos que su predecesor, Kwasi Kwarteng, había prometido hace tres semanas y que desataron una tormenta financiera y la inestabilidad en los mercados.
"Creo que se acabó el juego para ella. Ahora se trata de (decidir) cómo se gestiona su sucesión"
Crispin Blunt, Diputado conservador