CGE reconoce fuerte impacto en la calidad de servicio por aumento de campamentos
FALTA DE CONTROL. La empresa eléctrica sostiene que la problemática se agudiza en invierno. Esto, debido al aumento del consumo que provoca una serie de inconvenientes, tales como sobrecargas, corto circuitos, entre otros, generando así interrupciones de suministro para los clientes regulares y pérdidas millonarias a la compañía, que trabaja a la par con el Serviu en la regularización de los campamentos.
El aumento exponencial de los campamentos en Copiapó es una realidad que comienza a generar impacto en los servicios básicos. A la complejidad de la entrega de agua a los asentamientos hoy se suma el "fuerte impacto" en la calidad del servicio eléctrico reconoció la empresa CGE.
El gerente Zonal de CGE, Guillermo Rojas, describió que "el aumento de los campamentos ha tenido un fuerte impacto en la calidad de servicio de los clientes de CGE que viven en los alrededores de las ocupaciones irregulares, quienes sufren habitualmente cortes del suministro eléctrico y bajas de voltaje en sus redes domiciliarias por la intervención de terceras personas en las redes de distribución. El problema se agudiza en periodo de invierno donde los habitantes de campamentos aumentan su consumo eléctrico, provocando sobrecargas, cortocircuitos por recalentamiento y dilatación de las redes, cuestiones que en definitiva generan los cortes de energía eléctrica en las subestaciones de distribución".
El directivo agregó que se suma a lo anterior el permanente riesgo de accidentes por incendios o electrocuciones, de los habitantes de los campamentos, debido a la mala calidad de sus instalaciones eléctricas, las que son construidas fuera de toda norma y sin ninguna supervisión técnica de personal certificado, como lo exige la normativa eléctrica chilena.
Según el último catastro de TECHO-Chile, en Atacama existen 99 campamentos en donde viven 6.015 familias. Del total regional, 86 campamentos en los que habitan 5.101 familias se encuentran expuestos a al menos una amenaza y de estos, 47 campamentos en los que habitan 3.723 familias, a dos o más amenazas existentes en el territorio. Los principales peligros son los movimientos telúricos, sequías, tsunamis, aluviones y erupciones volcánicas.
Por otra parte, se observa que, en dichos asentamientos irregulares, localizados principalmente en la comuna de Copiapó, un 36% de las familias son migrantes. Además, de las 21.052 personas que habitan en estos campamentos, un 19,5% son niños, niñas y adolescentes menores de 14 años. A nivel nacional, más de 55 mil menores de 14 años viven en esta condición.Sobre los colgados, el gerente de CGE, afirmó que "al no estar regulados, los colgados al sistema eléctrico, generan graves problemas de calidad de servicio que afectan directamente a las familias que pagan mensualmente sus consumos y que sufren permanentemente interrupciones y alteraciones del suministro de energía en sus hogares y alumbrado público.
La falta de fiscalización de las autoridades ha permitido que verdaderas bandas organizadas se hayan constituido para lucrar con el hurto de energía, distribuyendo electricidad y cobrando elevadas sumas de dinero mensualmente a las familias más vulnerables de los campamentos. A esto se suma un aumento significativo en las pérdidas de la distribuidora".
"El problema se agudiza en periodo de invierno donde los habitantes de campamentos aumentan su consumo eléctrico, provocando sobrecargas, cortocircuitos por recalentamiento"
Guillermo Rojas, Gerente Zonal CGE
99 campamentos existen en Atacama según el último catastro realizado por Techo Chile.