Con vientos de unos 250 km/h, el huracán Ian tocó tierra ayer cerca de Cayo Costa, en la costa oeste de Florida, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, después de dejar una estela de destrucción en Cuba.
Anoche se esperaban inundaciones y marejadas "catastróficas" en sectores de esta franja costera de cara al Golfo de México, y no había información sobre víctimas fatales en la zona del impacto, pero en los Cayos de Florida, al sur del estado, se buscaba a 23 "balseros" cubanos que iban a bordo de una embarcación que naufragó en medio del fuerte oleaje provocado por el huracán.
Cuatro de los balseros llegaron a nado a tierra y otros tres fueron rescatados por los guardacostas, que continuaban anoche las tareas de búsqueda.
De acuerdo con el NHC, el ojo del huracán tocó tierra pasada las 15:05 de la tarde, hora local, específicamente en una isla frente a la localidad de Fort Myers, a más de 100 kilómetros al sur de Tampa, donde aún están bajo alerta de inundaciones en localidades costeras.
El potente Ian fue descrito como "increíblemente peligroso", y con "marejadas ciclónicas catastróficas, vientos e inundaciones".
A su vez, sus vientos entraron en la categoría 4 de la escala Saffir-Simpson, aunque se encontraban rozando la 5, que corresponde al máximo nivel, mientras que las marejadas produjeron inundaciones en áreas costeras habitualmente secas del Golfo de México.
En partes de la costa oeste de Florida, que no recibe el impacto directo de un ciclón desde hace 100 años, el aumento del mar por encima de su nivel normal puede registrar peaks de hasta 5,5 metros, que tras Florida impactará los estados de Georgia y Carolina del Sur.
Horas antes de que llegara a la tierra, los efectos de este ciclón ya se dejaban sentir en la península de Florida, donde más de un millón de clientes se hallaban la tarde de ayer sin energía eléctrica y se pudieron percibir al menos 10 tornados.
La fuerza de los vientos de Ian hizo que la bahía de Tampa, donde se pensaba que iba a tocar tierra el huracán hasta ayer, quedara sin agua, como una marea a la inversa.
Las autoridades advirtieron a la gente que se abstuviera de pasear por el lecho de la bahía. "El agua va a volver", señaló en un mensaje en Twitter el Servicio Meteorológico en Tampa.
El aeropuerto de la ciudad de Orlando registró tres mil cancelaciones de vuelos.
"Ian va a ser un evento que cambiará la vida. Esta es una tormenta catastrófica muy poderosa que va a causar un daño significativo", alertó el máximo ejecutivo de la compañía eléctrica del estado, FPL, Eric Silagy.
Según reveló a la cadena CNN el jefe de bomberos de Cape Coral, Ryan Lamb, la dependencia recibió ayer "informes de daños estructurales significativos" en toda la ciudad.
Anoche se proyectaba que el paso de Ian produciría en el centro y noreste de Florida hasta 45 centímetros de acumulación de agua por lluvias, además de tornados.
En Naples, al sur de Fort Myers y donde medios locales exhibieron imágenes de calles completamente inundadas, la Policía local se vio obligada a imponer un toque de queda y a pedir a los residentes "refugiarse y ponerse en los puntos más altos de sus viviendas".
Según la estación local WINK, antes de que Ian tocara tierra la marea subió en Naples casi dos metros por encima de la marea alta normal, cifra que supera al anterior récord de 1,3 metros registrado en 2017 a causa del huracán Irma.
Toda florida
De los 67 condados de Florida, todos ellos declarados en emergencia desde el lunes y 18 emitieron órdenes de evacuación obligatorias ayer.
En la costa este el huracán descargaba anoche lluvias abundantes y se registraron tornados en zonas aledañas a Miami que causaron dos heridos. "Este va a ser uno de esos históricos huracanes", el "impacto va a ser enorme", alertó el gobernador Ron DeSantis, quien pidió rezar por las personas que no abandonaron sus casas.
El mayor huracán que impactó antes Florida fue Michael en 2018, de categoría 5.