El covid-19 aumenta riesgo de problemas cerebrales a largo plazo
Desde Depresión hasta accidentes cerebrovasculares.
Las personas que sufrieron covid-19 tienen mas riesgo de desarrollar trastornos neurológicos durante el primer año. Un estudio señala que son 50% más propensas a sufrir un ictus y tienen 77% más de riesgo de desarrollar problemas de memoria.
La investigación que publica Nature Medicine y lidera la Universidad de Washington en Saint Louis (EE.UU.), señala entre los problemas que se pueden desarrollar el primer año tras la infección accidentes cerebrovasculares, convulsiones, depresión, ansiedad, trastornos de memoria y del movimiento.
El autor principal del estudio, Ziyad Al-Aly, dijo que han visto problemas en individuos previamente sanos y en aquellos con infecciones leves, independientemente de la edad, sexo, raza o hábitos de vida.
El equipo estudió 44 trastornos cerebrales y neurológicos entre pacientes hospitalizados y no hospitalizados, incluidos los de UCI.
Analizaron unos 14 millones de historiales médicos y crearon un conjunto de datos controlados de 154.000 personas que habían dado positivo a covid-19 entre el 1 de marzo de 2020 y el 15 de enero de 2021, y que habían sobrevivido a los primeros 30 días tras la infección.
Crearon dos grupos de control, uno con personas no infectadas en ese mismo periodo y otro con datos de personas de antes de la pandemia.
Sin vacuna
Pocos participantes estaban vacunados, pues en las fechas escogidas las vacunas no estaban ampliamente disponibles.
Los investigadores examinaron la salud del cerebro durante un año y los datos indicaron que las afecciones neurológicas se produjeron en 7% más de personas con covid-19 frente a las no infectadas.
Los problemas de memoria o niebla cerebral son uno de los síntomas más comunes relacionados con el cerebro y con el virus de larga duración.
En comparación con los grupos de control, las personas que contrajeron el virus tenían 77% más de riesgo de desarrollar problemas de memoria, que "se resuelven en algunas personas, pero persisten en muchas otras", dijo Al-Aly.
Las que habían tenido el virus eran además 50% más propensas a sufrir un ictus isquémico; 80% más a epilepsia o convulsiones; 43% más a trastornos como ansiedad o depresión, 35% más a dolores de cabeza y 42% más a trastornos del movimiento, como contracciones musculares y temblores.
También tenían 30% más de probabilidades de sufrir problemas oculares, como visión borrosa, sequedad e inflamación de la retina, y 22% más de desarrollar anomalías auditivas, como acúfenos o pitidos.