El Fondo Monetario Internacional (FMI) dibujó ayer un escenario global más adverso de lo esperado con un freno en las principales economías del mundo, que arrastrará al resto del planeta, sin descartar que la coyuntura pueda empeorar y lleve a muchos países a la recesión.
El FMI presentó la revisión de sus previsiones económicas y calcula ahora que la economía mundial crecerá sólo 3,2% este año y 2,9% el que viene, 4 y 7 décimas, respectivamente, por debajo de su estimación de abril.
Para el Fondo, los tres motores económicos del mundo -Estados Unidos, China y la zona euro- se están "frenando" y eso esta teniendo ya "importantes consecuencias" para la economía mundial, según subrayó Pierre-Olivier Gourinchas, director del Departamento de Investigación del fondo.
Además, recalcó que los riesgos de los que alertaba en su informe de abril se han materializado ya y están afectando a la economía mundial: alza de la inflación, ralentización más larga y pronunciada de lo esperado de la economía de China y los efectos negativos de la guerra de Ucrania.
El fmi se pone en lo peor
El FMI hace además cálculos con otro escenario mucho más adverso en el que imagina lo que puede pasar si los precios no se moderan, si hay una parada repentina del suministro ruso de gas a Europa, y si el endurecimiento de las condiciones financieras ahoga aún más las economías en desarrollo. Eso sin olvidar otro riesgo más, el de que la geopolítica impida un desarrollo normal del comercio mundial.
En ese caso, y si se materializaran estos riesgos, el Fondo calcula un crecimiento global inferior aún, de 2,6% este año y sólo de 2% en 2023, una cifra (esta última) que sólo se ha registrado en cinco ocasiones desde 1970, siempre durante las principales crisis: 1973, 1981, 1982, 2008 y 2020.
Gourinchas señaló en varias ocasiones que esos riesgos están ahí e inclinan "abrumadoramente hacia abajo" las perspectivas.
Los tres motores
Los tres motores de la economía mundial se están resintiendo más de lo previsto, según el FMI.
Estados Unidos, la mayor economía mundial, sufre una importante revisión en las previsiones del Fondo, que este organismo ya adelantó hace unos días: 2,3% de crecimiento para este año y sólo 1% el que viene, 1,4 y 1,3 puntos menos que en sus estimaciones de abril.
Aunque el FMI no prevé que EE.UU. caiga en recesión este año o el que viene, un "pequeño shock podría ser suficiente" para llevarlo a ese escenario.
Su gran competidora, China, crecerá 3,3% este año (1,1 puntos menos que los pronósticos de abril) y 4,6% el que viene (medio punto menos). Este es el crecimiento más bajo del gigante asiático en más de cuatro décadas, excluyendo el que registró al comienzo de la pandemia en 2020.
Un 2,6% este año y un 1,2% el que viene son las previsiones de crecimiento para la zona euro, 2 décimas y 1,1 puntos menos que en abril. En este caso, el Fondo deja claro que las grandes economías del Viejo Continente se están resintiendo más de lo esperado por culpa de los efectos colaterales de la invasión rusa de Ucrania.
De las principales economías de la zona euro, España sigue siendo la que más crece, aunque también ve mermadas las expectativas del Fondo, que ahora calcula un aumento del PIB de 4% para este año (8 décimas menor) y 2% el que viene (1,3 puntos por debajo).
También empeoran, y mucho, las previsiones para la principal economía europea, Alemania, sólo crecerá 1,2% este año (9 décimas por debajo de la anterior previsión) y 0,8% en 2023 (1,9 puntos menos).
Latinoamérica resiste
Latinoamérica es de las pocas regiones que ve mejorada la previsión del FMI para este año y se sitúa ahora en 3%, medio punto más, aunque empeora la de 2023, calculando un avance de 2%, medio punto menos.
En Brasil, la economía crecerá el 1,7% este año, nueve décimas más, y el 1,1% el que viene, tres décimas menos, mientras que el avance de México será del 2,4% este año (cuatro décimas más) y del 1,2% el que viene (1,3 puntos menos).
La inflación, prioridad
El FMI recalcó en cualquier caso que es la inflación el principal enemigo a batir.
"Hay una prioridad abrumadora: recuperar la estabilidad de precios en las economías avanzadas y también en los mercados emergentes (...) Los bancos centrales y los legisladores tienen que abordar realmente el problema y plantar la semilla para la futura estabilidad macroeconómica", dijo Gourinchas.
Añadió que la inflación en los niveles actuales presenta "un riesgo claro" para la estabilidad macroeconómica actual y futura y "devolverla a los objetivos de los bancos centrales debe ser por eso el objetivo de todos.
2,6% crecería la economía mundial este año en el caso de que el escenario sea más adverso que el actual.