Elíades Ochoa cree que Cuba debería tener museo de Buena Vista Social Club
MÚSICA. El legendario músico habla además de reguetón, de los jóvenes, de la guerra en Ucrania y de Johnny Cash, con quien lo han comparado siempre.
El músico cubano Elíades Ochoa confesó que le gustaría que hubiera en la isla un museo dedicado a Buena Vista Social Club, un proyecto musical único.
"Sí me gustaría; sería muy interesante poder contar con un lugar así, que muestre la historia de los músicos que hicieron posible que saliera un proyecto musical único como el Buena Vista Social Club", dijo Ochoa, uno de los pocos supervivientes, junto a Omara Portuondo y Manuel Guajiro Mirabal.
En una entrevista a Efe, Ochoa recordó que BVSC fue una familia "bien llevada" y que él tuvo especial relación con Compay Segundo e Ibrahim Ferrer, por afinidad y porque los tres eran de Santiago de Cuba, en especial Compay, con el que Elíades ya trabajaba antes de Buena Vista y que lo consideraba un padre.
"Siempre recuerdo el doble sentido de Compay y la picardía con la que hablaba de antiguos amores", relata el músico cubano.
Respecto a un género musical tan de moda actualmente entre los jóvenes como el reguetón, considera que "la juventud debe tener su espacio y expresarse de la manera que desee. Siempre hay un público para todo tipo de música".
A Elíades le gustan nuevos talentos como el español C. Tangana, con quien grabó el tema "Muriendo de envidia", con más de cinco millones de vistas en internet. "En estos tiempos hay muchos jóvenes talentosos. Considero que las colaboraciones surgen cuando existe una afinidad musical mutua. En mi caso, me encuentro abierto a compartir con otros artistas", manifiesta.
A Elíades no le gusta hablar de asuntos políticos, pero a la cuestión de si su país ha sufrido algún cambio desde la guerra de Ucrania señala que "nadie está de acuerdo con una guerra" y considera que "nos está afectando a todos".
Popularmente se le conoce como el Johnny Cash cubano, y aunque no llegó a conocer al músico de Arkansas (EE.UU.) fallecido en 2003, confiesa que le hubiera gustado mucho haberlo podido conocer porque "creo que tenemos varias cosas en común. He leído sobre su historia y he escuchado su música; es toda una leyenda del country".
"Si me voy a una isla desierta me llevo el son cubano que transmite alegría e invita al goce, pero no es menos cierto que puede ser que me pidan un bolero", bromea.