Amigos y familiares despidieron en Copiapó a Cristian Arancibia recordando su alegría de vivir
POLICIAL. La familia pide justicia y que se identifique a los autores del hecho. La Fiscalía determinó que la investigación fuese reservada.
Con aplausos, globos y hasta unos fuegos artificiales sus compañeros de Starken despidieron al agente Cristian Arancibia Pino de 48 años, quien fue asesinado por desconocidos durante un asalto en la capital regional.
El trágico hecho ocurrió cuando tres sujetos se bajaron desde un automóvil blanco marca Toyota Yaris en el Mall Portal de San Fernando y lo abordaron para quitarle un bolso que contenía más de 20 millones en dinero en efectivo. Los registros de cámaras existentes en el lugar dan cuenta que la víctima intentó repeler el accionar de los antisociales y estos le dispararan, muriendo posteriormente en el lugar.
Con tristeza y pena sus amigos lo acompañaron a su última velada en Copiapó, la tierra que lo cobijó durante cuatro años mientras se desempeñaba en la sucursal como agente, donde era muy querido. Nadie puede entender su pronta partida, más aún sus familiares que con impotencia observan que no pueden cambiar este destino cruel que hizo que una familia se desmoronara en tan sólo unos segundos.
Raúl Silva, cuñado de Cristian Arancibia, lo recuerda como una gran persona que dejó un legado no sólo en la vida familiar en sus tres hijos, sino también en su lugar de trabajo.
Cristian estudió logística y se había desempeñado en varias regiones. Había hecho de esta región su último lugar de trabajo. "Era tremendamente buena persona, generoso, él en este proyecto de Starken Copiapó estuvo cuatro años trabajando. Un muy buen padre, dejó tres hijos de 28 años, 25 y 8 años la más pequeña", dijo.
Raúl cuenta que Cristian estuvo durante más de 20 años casado con su esposa, a quien conoció cuando eran jóvenes, ella tenía aproximadamente 15 años y se enamoraron hasta que esta historia se truncó bruscamente por el crimen.
La familia esta consternada, ayer los padres de Cristian, quienes tienen 75 y 78 años, lo esperaban para recibirlo y velarlo en Santiago y despedirlo en medio de muchas preguntas y pocas respuestas.
Sin embargo, a pesar del dolor, la familia regresará para buscar justicia por el asesinato.
"Ahora la PDI tiene que investigar, la justicia tiene que actuar, pillar a estas personas. Después del funeral volveremos, esto es un dolor tremendo, por dentro estoy destrozado. A Cristian lo conozco desde los siete años", señaló.
Por ello, hace un llamado para que se llegue a los responsables. "Pedimos justicia, que los fiscales y jueces hagan su pega, la policía está haciendo su pega. Hubo delincuentes que le arrebataron la vida en un segundo, hay un dolor de familia, que se haga justicia, lo único que queremos".
Finalmente, a pesar de la pena y dolor recordó a Cristian con "la felicidad y su alegría de vivir".
48 años