La Academia Nicaragüense de la Lengua fue disuelta este martes por ley tras casi 94 años de existencia, en uno de los golpes más duros contra la cultura que ha propinado el Gobierno del presidente Daniel Ortega.
"Llora Rubén Darío por estos bárbaros", lamentó la poetisa y escritora nicaragüense Gioconda Belli, al reaccionar a la decisión de la Asamblea Nacional (Parlamento), controlado por los sandinistas, de cancelar la personalidad jurídica a la Academia Nicaragüense de la Lengua, bajo el argumento que no se registró como "agente extranjero".
Belli, miembro académico, comentó a través de un mensaje en Twitter que "tras 94 años, esta dictadura -en alusión al régimen de Ortega- no logrará de un plumazo borrar el aporte que la Academia ha significado para el país".
La disolución de la Academia de Nicaragua, creada el 8 de agosto de 1928, fue aprobada hoy con carácter urgente por los 75 diputados sandinistas y sus aliados. Los otros 16 legisladores, de los 91 que integran el Parlamento, se abstuvieron. Ningún legislador hizo uso de la palabra durante el debate.
La Academia, cuyas oficinas están ubicadas dentro de la sede del Centro Cultural de España en Nicaragua, en Managua, emitirá un comunicado posteriormente, dijo a agencia Efe su director, Pedro Xavier Solís.
El domingo pasado informó que estaban "trabajando en la revisión, enmiendas y aportes a la nueva gramática de la lengua española y al diccionario de la lengua española", y destacó que a lo largo de sus casi 94 años "ha velado por la cultura, educación y desarrollo de la lengua común de los pueblos hispanos".
Rae promete "luchar"
El anunciado cierre de la Academia de Nicaragua fue condenado por la Real Academia de la Lengua Española (RAE), y las Academias de la Lengua de Chile, Ecuador y México.
"La Academia Nicaragüense es una institución fundamental para el cuidado de la lengua que han llevado a su más alto grado de excelencia escritores del país como los maestros Rubén Darío, Alfonso Cortés, Ernesto Mejía, José Coronel Urtecho, Lisandro Chávez, Ernesto Cardenal o Pablo Antonio Cuadra, entre otros", subrayó la RAE en la víspera.
El director de la Academia Española, Santiago Muñoz Machado, censuró el cierre de la nicaragüense, y lo calificó como "un paso más allá de la opresión" y significa "cortarle la lengua a la gente".
"Lucharemos por ella", indicó el director de la RAE. "No es ya una agresión a una libertad, la de asociarse o de opinar. Es cortarle la lengua a la gente e ir un paso más allá en la opresión. Es intolerable desde cualquier punto de vista", añadió.
Su colega de la Academia Mexicana, el escritor y profesor de literatura Gonzalo Celorio, calificó el cierre de la nicaragüense de "terriblemente lesiva para una institución que se dedica al mayor patrimonio intangible de la humanidad, que es la lengua".
Se trata, subrayó de una "agresión terrible" contra la Academia nicaragüense y contra la asociación de academias de la lengua española al estar "amenazada de muerte" una de sus integrantes.
La Academia Ecuatoriana de la Lengua calificó de un "atropello al derecho humano de asociarse" el cierre de la nicaragüense y llamó "a denunciar esta agresión en todos los estamentos políticos, sociales y culturales".
El Parlamento también ilegalizó ayer una ONG fundada por el fallecido expresidente Enrique Bolaños (2002-2007), que cuenta con una de las bibliotecas virtuales más completas del país.
Hace dos semanas también ilegalizaron la ONG que organizaba el Festival Internacional de Poesía de Nicaragua, que desde 2005 a 2018 reunió a más de 1.500 poetas de 120 países.
Según el Gobierno, las ONG que han sido ilegalizadas, un total de 344 desde diciembre de 2018, han incumplido con las leyes de la materia, entre ellas no inscribirse en el registro de "agentes extranjeros".
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del pasado 7 de noviembre, en las que Daniel Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendores en prisión.
344 ONG han sido ilegalizadas en Nicaragua desde diciembre de 2018, por no cumplir leyes como no inscribirse como "agentes extranjeros"