Pintan mural en casa que es parte de zona típica de la capital regional y en la que vivió el primer maquinista de "La Copiapó"
INTERVENCIÓN. El dueño de la vivienda dijo que los artistas le pidieron permiso y aceptó. Además que le gustaría ver la obra terminada para el Día del Patrimonio. Desde Fundación ProCultura explicaron que para este tipo de trabajos se debe solicitar la autorización del Consejo de Monumentos, trámite para el cual es muy favorable tener el permiso del propietario de la casa.
Justo en la intersección del pasaje Juan O'Donovan con calle Juan Martínez de la capital regional, está emplazada la casa de Luis Cortés Álvarez (75), adulto mayor que compró el inmueble tras años de servicio como trabajador ferroviario. La vivienda es parte de la zona típica de Copiapó y en ella se está pintando un mural que está a medio avanzar, intervención para la cual pese a contar con el permiso del propietario del inmueble, se debe pedir autorización al Consejo de Monumentos.
De la obra inconclusa se distingue el rostro y manos de una persona rodeada de letras, las que parecieran ser un fondo provisorio que más adelante se cubrirá con otros trazos.
Consultado por los responsables del trabajo, Luis explicó que no tiene mayores antecedentes, solo sabe que se trata de un grupo de jóvenes que hace tiempo le pidieron permiso para hacer un mural, y desde ahí han hecho distintas obras en esa pared.
"Lo que recuerdo es que vinieron unos jóvenes y pintaron Copiapó antiguo, bicicletas, un señor, todo antiguo. Las máquinas... de los años cuarenta. Lo encontré bonito, a todos les gustaba (el mural) (...) me mostraron el dibujo que querían pintar, era bien bonito. Era una mujer, había un hombre y unas cosas como flores, mar", indicó Luis.
"Ni siquiera les pregunté donde vivían o sus nombres, eran jovencitos de veinte años, dieciocho, dieciséis, puros cabritos", agregó.
Conversando con el dueño de casa notamos que desconocía el hecho de que su casa forma parte de la Zona Típica de Copiapó, y lo que conlleva cualquier intervención en su domicilio.
Tras hablar sobre la denominación de zona típica, el adulto mayor dijo esperar que eso no signifique suspender los trabajos, ya que en lo personal espera verlos terminados lo antes posible. "La gente me dice que por qué dejo pintar la muralla, yo digo por qué no, si son jóvenes que les gusta el arte y quieren hacerlo, por qué voy a negarles la muralla. Total esta es mi casa, nadie tiene que decirme nada porque mi casa es propia", comentó.
"A ratos me dan ganas de decirles 'yo les traigo la pintura, pero pinten'", dijo emocionado. Respecto a la posibilidad de ver terminada la pintura antes del Día del Patrimonio, que se celebrará este fin de semana (28 y 29 de mayo). Cortés Álvarez señaló que "sería lindo, yo pensaba que iba a estar pintado. Empezaron hace como un mes".
Casa del primer maquinista
Igualmente, el jubilado habló sobre la historia de su casa, sosteniendo que en ese mismo hogar vivió, Juan O'Donovan, el primer maquinista de "La Copiapó".
Al respecto, Luis Cortés mencionó que "la madera de esta casa es pino oregón, en ese tiempo que la construyeron el material lo traían desde afuera, por eso son tan buenas estas casas. Después que compré la casa, al tiempo, me dijeron que justo en esta esquina había vivido el primer maquinista de Copiapó, estas casas las mandaron a construir para los trabajadores del ferrocarril y al maquinista le había tocado estar justo en esta".
Cabe señalar que "La Copiapó" es la primera locomotora del país, tuvo una vida útil corta (desde 1851 a 1858) y fue declarada monumento nacional el año 1952.