Listas de Espera: ¿Cómo aporta la tecnología en salud?
Según reconoció hace pocos días el Subsecretario de Redes Asistenciales, Fernando Araos, actualmente las listas de espera en salud son las más significativas de la historia de nuestro país. Se trata de un escenario alarmante, que se ha visto agravado por la pandemia de Covid 19. Hoy en día, más de 2 millones de personas están esperando por atención de consultas de especialidad, mientras que están pendientes de resolución más de 330 mil cirugías de distinta naturaleza.
Esta situación involucra afecciones de gran gravedad e importancia: al 31 de diciembre del año pasado, considerando sólo patologías cubierta por GES, entre los 20 problemas de salud que acumulaban la mayor cantidad de garantías de oportunidad retrasadas se encontraban, entre otros, Cataratas, Vicios de Refracción, Salud Oral Integral de la Embarazada, Colecistectomía Preventiva, Retinopatía Diabética, Enfermedad Renal Crónica, Artrosis de Caderas, Diabetes Mellitus Tipo 2 y varios tipos de cáncer, como Cáncer Cérvico-Uterino, Cáncer de Mama, Cáncer Gástrico, Cáncer Colon-Rectal y Cáncer de Próstata.
Como se observa, enfrentamos un problema de alta relevancia social, que conlleva un desafío para todos los actores que intervienen en el ecosistema de salud, quienes deben trabajar de manera coordinada en beneficio del conjunto de la población. Afortunadamente, existe un consenso extendido a nivel nacional de que la complementariedad entre el sector público y el privado es una de las vías principales para reducir de manera efectiva las listas de espera en salud, ya que de esta manera es posible mejorar la gestión de los recursos y hacer más eficiente el manejo de los procesos involucrados en esta compleja problemática. Así lo han señalado las actuales autoridades gubernamentales como también personeros del anterior gobierno.
Ante un desafío de esta magnitud, desde la asociación de la industria de innovación en dispositivos médicos (ADIMECH) estamos abiertos a colaborar con los diversos sectores del campo de la salud, poniendo a disposición del país nuestra experiencia, capacidades y soluciones tecnológicas que están llamadas a jugar un rol relevante en el abordaje de la compleja problemática de las listas de espera. Los dispositivos médicos están presentes en todo el ciclo vital de la atención de salud. Este tipo de instrumentos, equipos y softwares contribuyen a la prevención de enfermedades, facilitan su detección oportuna y además permiten acceder a diagnósticos, tratamientos y procesos de rehabilitación de calidad y probada eficacia. Durante la pandemia, fue vital el rol de los ventiladores mecánicos, mientras que en las patologías GES son fundamentales los reactivos de diagnóstico in vitro, ecógrafos, resonadores magnéticos y prótesis, entre otros, para su diagnóstico y tratamiento.
Creemos que nadie puede restarse de esta cruzada, pues se requiere contar con las miradas de todos los actores involucrados, estableciendo un diálogo que permita diseñar e implementar soluciones creativas e innovadoras en favor del bienestar de millones de chilenos y chilenas.
Yerika Mendoza, presidenta de la Asociación de Dispositivos Médicos de Chile
Inclusión educativa de personas neurodivergentes
En el contexto de una Nueva Constitución para Chile, somos testigos de un gran avance en materia de inclusión, necesario y esperado en favor de las personas neurodivergentes. A través del Artículo 26, aprobado en particular por la Comisión de Derechos Fundamentales de la Convención Constitucional, se les garantizará el derecho a vivir de manera autónoma, desarrollando su personalidad e identidad como sujetos de derechos individuales y colectivos, tal como sucede con todos los ciudadanos chilenos. Esto será de gran ayuda para concentrar los esfuerzos en materias de educación y salud, principalmente para asegurar la provisión de profesionales especializados, equipamiento, infraestructura para los aprendizajes, desarrollo de talentos y habilidades que estén en coherencia con las capacidades de las personas.
Aquí hay un sentido profundo de justicia, pues al mirar la evolución de los paradigmas y enfoques de las personas en situación de diversidad, parece impensable que recién en el Siglo XXI nos encontremos debatiendo y estableciendo diferencias entre las personas neurotípicas y neurodivergentes.
Que se declaren y expliciten estos derechos nos ayudará como sociedad a transitar en la comprensión de este nuevo paradigma o forma de mirar a las personas, más allá del diagnóstico y de las consideraciones que existen en el abordaje de la evaluación clínica y psicopedagógica. La neurodivergencia promueve la biodiversidad neurológica, donde lo más relevante es que no existen dos cerebros iguales, por lo tanto, todos somos personas neurodiversas con un tipo propio de composición neurológica.
La neurodivergencia es un concepto muy joven, que nace a fines de los años 90 y es utilizado para personas del espectro autista. Sin embargo, aplica a la disfasia, déficit atencional, dispraxia, bipolaridad, Síndrome de Tourette, entre otros, todas personas con derechos, principalmente en educación inclusiva que considere como principio básico el respeto y el buen trato.
Yirda Romero, directora de Pedagogía en Educación Diferencial UDLA