El título de este artículo "Políticas basadas en evidencia" es una recomendación de la mayoría de las organizaciones mundiales cuya tarea es promover el desarrollo de los países y de los territorios (Banco Mundial, OCDE, Cepal) y su aplicación es indispensable cuando estamos entre todos construyendo una nueva gobernanza para nuestras regiones, una gobernanza que sea capaz de identificar los nudos que afectan nuestro desarrollo, en cualquier área de la realidad, identificar sus causas y fijar políticas destinadas a resolverlos, mediante planes, programas y acciones idóneos.
La capacidad para adoptar políticas basadas en evidencia científica sobre las realidades regionales es muy heterogénea en nuestro país, puesto que un pequeño grupo regiones cuenta con masa crítica muy desarrollada, constituidas por un conjunto de centros de estudios y universidades, y en otras como Atacama, esta capacidad es menor, de manera que debemos hacer esfuerzos no tradicionales para contar en el menor tiempo posible de la capacidad de conocer las causas de nuestro menor desarrollo y la posibilidad de implementar políticas sobre la base de ese conocimiento y las preferencias ciudadanas.
Así lo explicitamos en el informe final del Estudio sobre el establecimiento de un Centro de Pensamiento Estratégico para Atacama, desarrollado por la Universidad de Atacama y la Fundación Chile Descentralizado Desarrollado, para el Consejo Regional: "La inversión pública en base a evidencias científicas y preferencias ciudadanas resulta esencial para un gobernador electo, a diferencia de Intendentes designados, evaluados hasta ahora casi exclusivamente por su capacidad de gastar."
En efecto, el actual Gobierno Regional, a diferencia del anterior cuya función era administrar, tiene la obligación de gobernar, es decir, adoptar una visión estratégica del desarrollo regional, articulando región y comunas, proveerse de la capacidad de conocer las causas que mantienen rezagados a sectores de la economía, de la educación, de la salud, de la seguridad pública, el desarrollo urbano y territorial, etc. y fijar políticas, programas, planes y acciones para que dichos sectores alcancen su pleno desarrollo.
Por ello, en el referido estudio señalamos: "es urgente que cada región genere instituciones de inteligencia territorial "republicanas", es decir, de carácter permanente, ancladas en la región y respaldadas por sus agentes de desarrollo. Estos sistemas o centros de pensamiento deberán ayudar, sobre la base de una política basada en evidencias y con participación de los principales agentes del desarrollo, a construir un proyecto político regional de largo plazo, que oriente las decisiones públicas y un sistema de gobernanza regional que reduzca la discrecionalidad y fragmentación de la acción pública."
Mario Maturana Claro
Presidente del Capítulo Regional de la Fundación Chile Descentralizado Desarrollado