En la fábrica de lápices Momo, que se dice que es la única empresa de Kenia que produce lápices a nivel local, los periódicos viejos se someten a varios procesos para producir lápices originales resistentes al agua que, según dicen, duran más que los lápices comunes.

Los lápices alternativos ecológicos se venden a escuelas, agencias gubernamentales, empresas corporativas ya través de varios minoristas.

Según el director de la empresa, Mahamud Omari, al usar periódicos reciclados están ayudando a proteger el medio ambiente al reducir la basura y la cantidad de árboles que se cortan para producir lápices de madera. A pesar del advenimiento de la tecnología, los lápices siguen siendo altamente producidos con un consumo global anual estimado de alrededor de 14 mil millones.