Correo
Bandoleros de la pobreza
La pobreza en los seres humanos es una pandemia que deja víctimas eternas por las injusticias que los poderes oligárquicos de la sociedad enquistan en las necesidades de los ciudadanos.
Las ocupaciones de terreno se han acrecentado en Chile correspondiendo al aumento de los habitantes desde mediados del siglo XX donde se formaron núcleos poblacionales en toda la nación, destacando en Copiapó el desplazamiento hacia sectores cada vez más cercanos a los cerros, como la población Pedro León Gallo, formada por trabajadores de la minería que fueron estructurando sus viviendas sin planes definidos por los organismos de gobierno.
En más de 70 años se han estructurado poblaciones las que, además del terreno, deben contar con la urbanización necesaria en agua, luz y alcantarillado, junto a la delimitación de calles y espacios con áreas verdes, en lo posible.
Todo lo anterior es un problema normal. Pero lo que escapa a la racionalidad humana es el aprovechamiento de personas que ocupan terrenos del Estado estableciendo esa acción en una forma de vida, transformándose en delincuentes y bandoleros de la necesidad de los seres humanos.
Ocupan terrenos, los delimitan, los arriendan y los venden a necesitados que caen en poder de mafias delictuales que deben ser reprimidas por los organismos pertinentes.
El actual gobierno debe acometer medidas para proteger lo que es de todos los chilenos y dejar fuera de circulación de los bandoleros de las necesidades del Pueblo.
Todos los gobiernos anteriores son responsables de estas situaciones irregulares que se cometen también en el litoral con alrededor de quince mil ocupaciones en la costa lo que ha transformado el vivir bajo un techo en un acto delictual. Distinto es lo del litoral porque escapa a la necesidad de morada para ingresar al lujo de la "segunda vivienda" ilegal, aprovechándose del patrimonio de todos los ciudadanos.
Es una de las tareas que tiene el nuevo gobierno para desbaratar acciones heredadas en nuestra sociedad local que no han sido acometidas con la organización necesaria. Su ordenamiento debe quedar estructurado en la nueva constitución que, ojalá, no sea criticada por aquellos que "quieren que todo cambie…para que no cambie nada" (Teoría del Gatopardo de Giuseppe Tomassi de Lampedusa).
Osman Cortés Argandoña
Obligación esencial
La obligación esencial del Estado es asegurar el orden público, la vida y las posesiones de sus ciudadanos; obligación que los gobernantes del Estado de Chile no cumplen, dejando abandonados a su suerte a los habitantes de la Región de la Araucanía con sus secuelas de destrucción, dolor y muerte.
¿A qué razón se debe el incumplimiento de esta obligación fundamental?
A mi juicio la razón principal es la cobardía de nuestros gobernantes; a su falta de ánimo y valor ante una situación difícil o peligrosa que conlleva riesgo; a la pusilanimidad de ellos para emprender las acciones y con los medios apropiados al caso para enfrentarse a organizaciones que están en guerra contra el Estado de Chile -una guerra de guerrillas que, aunque irregular, es una guerra de verdad- y que han declarado explícitamente sus objetivos de control territorial, político y militar de la zona.
Aolfo Paúl Latorre
Día del Trabajo
Señor director:
En el Día del Trabajo me gustaría invitar a reflexionar sobre la discriminación en los ambientes laborales, tomando en cuenta que la Segunda Consulta Nacional de Discriminación (SEGEGOB 2021), reveló que el lugar más nombrado como espacio donde las personas declararon haber sentido discriminación, fue el trabajo con un 40%.
Por su parte, en Fundación Ronda, expertos en gestión de la diversidad e inclusión socio laboral de comunidades con barreras de acceso, principalmente personas con discapacidad y mujeres, consultó a 5.600 colaboradores(as) de distintas empresas y rubros, sobre por qué se sienten excluidos o con un trato peyorativo en sus ambientes laborales. Un 20% respondió que por "el cargo que desempeñaban dentro de la compañía", mientras que un 15%, por su "situación socioeconómica", y un 12%, por la "apariencia física".
Lo más irónico es que las 250 personas con discapacidad de esta muestra, también afirmaron que la principal razón de discriminación que habían percibido era su situación socioeconómica, con un 17%; mientras que un 15%, por su apariencia física y en tercer lugar por su discapacidad, con un 12%. Es decir, se rompe el mito de que sólo algunos grupos se sienten discriminados, ya que ese sentir pareciera ser más transversal.
Si abiertamente queremos ser más felices en nuestro trabajo, por el camino de la discriminación no lo lograremos. Por tanto, además de atrevernos a tomar medidas firmes que no trancen la discriminación; los equipos de recursos humanos y sus líderes tienen el desafío de capacitar, educar y fomentar la aceptación y la empatía.
María José Escudero Moreno, cofundadora y Directora de Incidencia de Fundación Ronda