Chile abrirá alegatos en La Haya en juicio contra Bolivia por uso del agua del Silala
DEMANDA POR RÍO. Hoy se inicia en la Corte Internacional de Justicia la exposición oral de argumentos y contraargumentos.
Cuatro años después de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) resolvió en un histórico fallo que Chile no está obligado a negociar una salida al mar para Bolivia, ambos países vuelven a estar frente a frente a partir de hoy a las 10:00 de la mañana de Chile, en el máximo tribunal de la ONU, por otra disputa hídrica: las aguas del río Silala.
Hasta el 14 de abril tendrá lugar la fase de alegatos orales por la demanda que Chile presentó en 2016 contra Bolivia sobre el estatus, el curso y el uso de ese recurso natural. Se espera que la resolución se emita durante el segundo semestre de este año.
Chile será hoy el primero en intervenir y tendrá tres horas para hacerlo. El lunes y martes será la primera ronda de alegatos orales de Bolivia, incluidas las contrademandas. El miércoles serán las observaciones de Chile a las contrademandas de Bolivia, el jueves se interrogará a los expertos convocados por Chile y el viernes a los que convocó Bolivia.
La segunda ronda de alegatos orales de Chile será el lunes 11 de abril y el miércoles 13 lo hará Bolivia, incluidas las contrademandas. Finalmente el jueves 14 será la respuesta de nuestro país a las contrademandas.
Mientras que Chile considera que el Silala es un río internacional que debe ser compartido, Bolivia sostiene que las aguas proceden originalmente de manantiales nacidos en su territorio y que fueron desviados artificialmente hacia la frontera en la primera mitad del siglo pasado.
Esta disputa es un nuevo punto de conflicto entre ambos países, que no tienen relaciones diplomáticas desde 1964, con un paréntesis entre 1975 y 1978, cuando ambos estaban dirigidos por regímenes militares.
Origen de la disputa
Ubicado en las faldas del Cerro Inacaliri, en el departamento boliviano de Potosí, el Silala desemboca en el río Loa, el más largo de Chile, aunque ambos países tienen explicaciones divergentes sobre cómo se ha realizado esa conexión.
Tras la Guerra del Pacífico y la posterior firma del Tratado de Paz y Amistad (1904), que fijó una nueva frontera y dejó a Bolivia sin salida al mar, Chile se comprometió a compensar a su vecino y le prometió la construcción de líneas ferroviarias.
Años después, las autoridades bolivianas de Potosí autorizaron a la compañía The Antofagasta-Bolivia Railway Company usar las aguas del Silala para alimentar las calderas a vapor de un ferrocarril que conectaba ambos países y que dejó de operar en 1962.
La empresa realizó obras de canalización en ambas riberas, trabajos que podrían haber aumentado el caudal del río de manera artificial, según denuncia Bolivia.
A finales de 1990, Bolivia acusó a su vecino de utilizar indebidamente las aguas del río y amenazó con desviar su cauce. Para dirimir la disputa, Chile finalmente decidió acudir a La Haya en 2016.
El tema había sido tratado años antes sin éxito en la conocida como "Agenda de los 13 puntos", una hoja de ruta en primer gran acercamiento desde la ruptura diplomática y que fue impulsada en 2006 por los entonces presidentes Evo Morales y Michelle Bachelet.
Esa agenda, sin embargo, se estancó en 2010, cuando Sebastián Piñera llegó a La Moneda.
Postura de Chile
Hasta La Haya se trasladó la subsecretaria de Relaciones Exteriores y agente chilena en este caso, Ximena Fuentes, quien a través de su cuenta de Twitter publicó una foto de la zona donde está ubicado el afluente con el texto: "Podemos ver las nacientes del Silala en Bolivia, en los faldeos del Cerro (Volcán) Inacaliri, y la quebrada, labrada durante miles de años, por la cual fluye hasta Chile el río Silala, un curso de agua internacional, que puede ser usado por ambos Estados".
El excanciller Heraldo Muñoz, encargado de presentar la demanda en 2016, planteó que en aquella época "(el ex presidente) Evo Morales amenazó con interrumpir el flujo de las aguas que fluyen naturalmente desde Bolivia hacia Chile y de interponer una segunda demanda contra nuestro país, fuera de la demanda marítima boliviana".
"Chile le pide a la Corte que declare que este es un río internacional", recapituló el exministro, agregando que, en segundo lugar, se solicita "que exista un uso razonable y equitativo de estas aguas. Es decir, Chile no alega que estas aguas sean todas de nuestro país".
¿Qué dice Bolivia?
La postura histórica de Bolivia es que el Silala es un "recurso inmovilizado no renovable" y no un río, porque en la zona donde nace no llueve lo suficiente y no existe una recarga de acuíferos.
Émerson Calderón, director de la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar), recuerda que Bolivia contestó a Chile con otras tres demandas que se apoyan en "la defensa de la soberanía nacional", asegura.
Las demandas, detalla este funcionario, incluyen la soberanía sobre "los canales instalados" en el Silala y el "derecho a decidir" sobre esas aguas de Bolivia, además de "la soberanía sobre el flujo" y la necesidad de "encontrar una solución acordada" y "una compensación", en el caso de que se determine que las aguas fluyen naturalmente hacia Chile.
A principios de marzo, el Gobierno boliviano aseguró que su defensa en la Corte se basa en estudios científicos independientes que deberán demostrar su posición.
Los 17 jueces que dirimirán
La CIJ está compuesta por 17 jueces liderados por la presidenta Joan E. Donoghue (EE.UU:) y el vicepresidente Kirill Gevorgian (Rusia). También hay un juez ad hoc de cada país litigante: Yves Daudet (Francia) por Bolivia y Bruno Simma (Alemania) por Chile. Los demás son Ronny Abraham (Francia), Mohamed Bennouna (Marruecos), Dalveer Bhandari (India), Antonio Cançado Trindade (Brasil), Hilary Charlesworth (Australia), Yuji Iwasawa (Japón), Georg Nolte (Alemania), Patrick Lipton Robinson (Jamaica), Nawaf Salam (Líbano), Julia Sebutinde (Uganda), Peter Tomka (Eslovaquia), Hanqin Xue (Chila) y Abdulqawi Ahmed Yusuf (Somalía).