Agencias
El Kremlin calificó de "alarmantes" ayer las palabras del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien dijo el sábado que su homólogo ruso, Vladímir Putin, no puede seguir en el poder.
"Esta declaración, naturalmente, es alarmante", dijo el vocero de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, al ser consultado si Moscú considera las palabras del líder de la Casa Blanca como un intento de injerencia en los asuntos de su país.
Peskov agregó que el Kremlin continuará siguiendo "atentamente" todas las declaraciones que se hacen al respecto en EE.UU. "Tomamos nota de ello", sostuvo.
Asimismo, el secretario de Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, afirmó ayer que la ofensiva militar rusa en Ucrania no está dirigida a cambiar el Gobierno de Kiev "como están tratando de presentar en Occidente, sino la protección de las personas contra el genocidio, la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania".
"Fue solo una respuesta a los pasos criminales de Kiev hacia estas repúblicas (separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk), una medida oportuna y preventiva", señaló.
El sábado, en un discurso en Varsovia (Polonia), hasta donde llegó en el marco de su gira europea, Joe Biden afirmó que Putin no podía "permanecer en el poder".
La frase que originó la polémica no estaba en el texto que le habían preparado sus asesores y en seguida la Casa Blanca se apresuró a dejar claro que el líder norteamericano no estaba anunciado un cambio en la política exterior de Estados Unidos.
Biden: "no es retracto"
Por si quedaban dudas, Biden ayer matizó sus declaraciones sobre Putin, asegurando que no defiende un cambio de régimen, y explicó que su referencia a la salida del poder del presidente ruso, expresaba "indignación moral" ante la invasión rusa de Ucrania.
"Estaba expresando la indignación moral que sentía (...) No estaba articulando un cambio en la política" sobre Rusia, apuntó Biden en un acto en la Casa Blanca al presentar su propuesta presupuestaria, un día después de regresar de una gira europea en la que se reunió con refugiados ucranianos.
El mandatario estadounidense rechazó además que estuviese "retractándose" y destacó que "solo" evocó su opinión "personal" al respecto.
"La última parte del discurso estaba hablando con el pueblo ruso. Estaba comunicando esto, no solo al pueblo ruso, también al resto del mundo. Remarcando un hecho sencillo, que este tipo de comportamiento es totalmente inaceptable. Totalmente inaceptable." aseguró ante la prensa el gobernante estadounidense.