Transforman sitio de mujeres que han sido víctimas de violencia de género
COPIAPÓ. Destacan labor de voluntarias.
Tres mujeres alrededor de la tiendita hablan y ríen. "¡De la que nos salvamos!" dice una. Todas se ponen a reír. "Es que esa no era vida", añade con una sonrisa amarga otra de ellas, resumiendo el sentir general. La más joven mira a las voluntarias levantando el pulgar y dan las gracias al mismo tiempo por la nueva tiendita, ahora somos libres. Son supervivientes, mujeres que dijeron basta y que a través de la casa de Acogida de Sernameg, se están volviendo a conocer y lograron salir del laberinto de la violencia, ese que llevo a que en el marco internacional del día del voluntariado jóvenes mujeres pertenecientes al Instituto Nacional de la Juventud desarrollaran la iniciativa de intervenir un espacio dentro de la casa.
Tras arduas jornadas las jóvenes mujeres voluntarias junto al equipo del Instituto Nacional de la Juventud lograron terminar "La Tiendita de la Felicidad", un espacio que lo transformaron en una verdadera boutique en donde las paredes fueron intervenidas por la joven artista visual Dayana Sepúlveda, quien señaló "ser voluntaria es único, además agradezco tener la oportunidad de poder contribuir y conocer cómo se vive día a día en la casa de acogida para las mujeres, es necesario continuar concientizando sobre la violencia de género y espero algún día se logre erradicar."
Para la directora de Injuv Francisca Zárate, conmemorar el día del voluntariado en un espacio diferente era necesario. "Las jóvenes que participaron de este voluntariado el cual comenzó hace una semana, más allá de generar y crear con amor la "Tiendita de la Felicidad", son voceras de crear conciencia sobre la importancia que tiene el prevenir y denunciar el VIF. Ellas conocieron a jóvenes de 18 años que son supervivientes de violencia de género, por lo mismo es vital seguir ocupándonos de apoyar dentro de estas casas que tiene Sernameg en nuestra región y país de forma armónica y con voluntariados respetuosos a través de Injuv y dejando huellas como lo hicimos en cada una de las prendas donde dejamos frases para las mujeres".
De las mujeres del grupo que actualmente residen en la casa, Lore -nombre ficticio por petición suya-, solamente se dio cuenta de la situación que padeció durante una década "después de una tremenda paliza, pero soy madre y no trabajaba, desde que vivo acá empecé a descubrirme, la distancia de él y del entorno en el que vivíamos era lo que debía hacer, pero tenía miedo". Hoy por hoy, cuenta Lore, actuaría de otra forma. "A mis hijos les digo que me disculpen que nunca más los hare vivir eso, pero ha pasado y lo tenemos que conversar: si no, la gente no se entera, y si no hablamos, no podemos enseñar, en esta casa y con esta red de mujeres sabemos que juntas saldremos adelante".
La directora de Sernameg Atacama, Camila Tapia, señaló que "nosotros junto a Injuv, tenemos un convenio de colaboración y quiero destacar el trabajo realizado por las jóvenes voluntarias, el trabajo y compromiso de todo Injuv con nuestras mujeres".