"El engorroso requisito de pedir homologación de vacunas para ingresar a Chile está asfixiando el turismo receptivo"
Ricardo Margulis — Presidente de Fedetur
"No creo que mi voto sepulte la candidatura de Yasna Provoste"
Carolina Goic
Senadora de la DC
Ayer se conmemoraron 99 años del terremoto que azotó a Atacama causando gran destrucción y con ello surge la pregunta ¿estamos preparados? Al menos en una arista el balance o análisis transversal es que la pandemia también está dejando un efecto laboral en la prevención de desastres, dado que se perdieron estos ejercicios, según reconoció Onemi. Y claro porque sin alumnos en clases es bien difícil realizar estos operativos, que son fundamentales para reforzar la seguridad de los alumnos y las personas.
A más de un año de la pandemia, no se reparó en este punto. La pérdida de contenidos y efectos negativos en lo mental han estado en la palestra, pero el trabajo de Onemi y organismos de emergencia termina siendo afectado a pesar de la importancia que tiene en una región como Atacama que ha debido convivir con los desastres en su historia.
Urge que estos operativos se retomen, como también la educación en torno a fenómenos cuyo debate si son naturales o no sigue vigente, pero que como sea pueden causar gran destrucción e incluso ser mortales.
Lamentablemente, el país ha forjado sus procesos más en la reacción que en la acción. Tras los aluviones, se invirtieron miles de millones de pesos en contenciones en el río y sectores como Paipote, lo que es un tremendo esfuerzo, pero no solamente se vive de estructuras en prevención, sino que en la constante atención en los protocolos de emergencia, que son potenciados con los operativos de evacuación de los recintos educacionales o bien con los ejercicios al interior de estos.
Pero también se pierde otro elemento importante. La coordinación entre comunas a la hora de activar los planes especialmente los relacionados con tsunamis y son precisamente los tiempos de respuesta los que deben primar para evitar los errores cometidos en el pasado.
Quizás sea suerte o quizás qué asunto, pero un evento catastrófico de gran magnitud no ha ocurrido en esta pandemia. Y se debe "agradecer" esto porque harto se ha perdido en cuanto a prevención, la que no se debe mirar como un asunto que se aprende hoy y queda para toda la vida, sino que como un proceso a largo plazo y en el cual debemos estar constantemente actualizados.
El desarrollo tecnológico ha contribuido a que más personas puedan utilizar medios digitales para cometer delitos, por ello, detectives de nuestra Brigada Investigadora de Delitos Económicos trabajan día a día para detectar los nuevos "modus operandi" de los delincuentes que cometen ilícitos en las distintas redes o plataformas digitales, donde los autores se amparan en el anonimato creando perfiles falsos, usurpando la identidad de otras personas y/o utilizando herramientas tecnológicas para ocultar su verdadera identidad.
Es por ello que hacemos un llamado a denunciar todos aquellos delitos que, para su ejecución, fueron utilizados medios digitales, tales como redes y plataformas sociales con las que interactuamos a diario. Es importante para el proceso de investigación -posterior a la denuncia- que la víctima resguarde la evidencia, es decir, que mantenga un respaldo de lo que va a denunciar. Pueden ser capturas de pantalla, links, urls, perfiles de Facebook, de Instagram, o números telefónicos asociados al delito.
Producto de la pandemia las personas comenzaron a cambiar su comportamiento en el ámbito de las compras electrónicas, los sistemas de clases o el teletrabajo, lo que aumentó exponencialmente los delitos cometidos en el ciberespacio. Muchas personas se escudan en el anonimato de las redes, pero desconocen que un crimen virtual, es un crimen real que, por ende, tendrá sanciones.
En lo que va del año, entre enero y agosto del 2021 en nuestra región, se han cursado 239 denuncias asociadas a delitos económicos e informáticos y 13 órdenes de investigar, contemplando estafas, espionaje, sabotaje informático, extorsión, phishing y usurpación de nombre.
Realizando un comparativo de años anteriores estas cifras van al alza y año a año son más las personas que denuncian delitos de esta tipificación. Por ello reiteramos el llamado a la comunidad a que se acerque a nuestros cuarteles para resolver dudas o iniciar un proceso investigativo a través de la correspondiente denuncia.
Hugo Haeger Bórquez
Prefecto de la PDI, jefe de la Región Policial de Atacama
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