Lucha de resistencia por el agua, Copiapó 9 de noviembre del año 1801
"El 9 de noviembre de 1801, como a las 8 de la mañana, se aglomeraron, a pie y a caballo, a las puertas de la casa capitular, de la ciudad de San Francisco de la Selva de Copiapó, encabezados por el cacique Taquía y el mandón Luis Normilla y "con aceleradas voces y gritos -dice la relación oficial del suceso- comenzaron a clamar: ¡¡queremos el agua y que toda baje de la hacienda de Potrero Grande o de lo contrario pegaremos fuego a las haciendas!" (Carlos María Sayago, Historia de Copiapó)
Que pudo haber sucedido en la ciudad de San Francisco de Copiapó de la Selva en una tórrida mañana de noviembre del año 1801, para que la comunidad originario Diaguita del Pueblo San Fernando se congregara en la casa del Cabildo ( actual municipalidad), con el afán de rebelión si no cumplen sus legítimas peticiones, con relacion al uso del agua.
La razón principal la falta de agua en el Río de Copiapó que secaba sus cultivos y mataba sus animales y no sólo de su comunidad, sino de toda la Villa de San Francisco de Copiapó.
Este reclamo era el punto culminante de una lucha por liberar el agua del Río Copiapó de sus secuestradores que principalmente eran los grandes propietarios del Alto del Valle de Copiapó, esta lucha significó, que los Diaguitas dieran todos los pasos institucionales desde reclamos formales ante el Cabildo de la Villa, en distintas instancias, los cuales en su mayoría dieron razón legal a la Comunidad Diaguita del Pueblo de San Fernando.
Junto con estos reclamos ante el Cabildo de la época, se llevaron todos los antecedentes ante La Real Audiencia, máximo tribunal de Justicia durante La Colonia en Chile, lo cual generó un largo periodo de años de disputas legales ante la Real Audiencia, que finalmente entregó una vez más la razón a la Comunidad Diaguita del Pueblo de San Fernando.
Sin embargo, nunca las aguas se lograron liberar desde el Alto del Valle, a pesar de todas las resoluciones y fallos judiciales, jamás las aguas lograron correr por su cuenca adecuadamente y así satisfacer las necesidades de toda la población del Pueblo de San Fernando y de la Villa de San Francisco de Copiapó.
Por esta razón la Rebelión, los Diaguitas y los pobladores más vulnerables se rebelaron violentamente contra la autoridad el 8 de noviembre de 1801, poniendo en jaque a todas las autoridades y a los grandes hacendados hasta que devolvieran el agua a toda la comunidad. Por ellos se debe recordar y Conmemorar este hito significa una defensa histórica de los pueblos originarios han realizado por la defensa del Agua del Río Copiapó acompañados por toda la Comunidad que hoy reúne a la población de Tierra Amarilla y Copiapó.
Hoy se debe mantener la defensa cívica de la pervivencia del Río Copiapó en toda su extensión con toda la vida que genera y nos define como territorio e Historia.
Francisco Berríos Drolett, profesor de Historia, Magíster en Educación Superior, GEA Atacama
2025
Chile cerrará el 65% de todas las centrales de carbón al 2025 y será carbono neutral a más tardar al 2050. ¿Es suficiente? La ciencia es clara, la ventana de tiempo que tenemos para mantener vivo el objetivo de 1.5°C y evitar los peores efectos del cambio climático, se está cerrando rápido. Es fundamental el uso de la evidencia científica para generar políticas públicas sostenibles para la adaptación y mitigación del cambio climático.
Dr. Iván Suazo, vicerrector de Investigación y Doctorados, Universidad Autónoma de Chile
¡Inconcluso!
Estimado director: A propósito de presidenciales y del COVID-19...
Parisi Con Retraso para llegar a Chile... Definitivamente ¡Un viaje inconcluso!
Luis Soler
Día del farero
Estimado director:
El 9 de noviembre se conmemora un nuevo día del Farero, noble función realizada entre mar y soledad por miembros de la Armada de Chile.
A pesar de existir muchos forjadores de tan loable labor, George Sligth es un icono, el cual construyó a fines del siglo XIX y principio del XX una serie de faros aislados como Evangelistas, Dungenes, Punta Delgada y Magdalena, entre otros, los cuales no tan sólo hacen soberanía efectiva en lugares apartados de nuestro territorio nacional, sino que mantienen rutas de navegación seguras, salvando incontables vidas hasta nuestros días.
Es de esta manera que es necesario un monumento para los Fareros, patrimonio humano vivo de nuestra república, que mejor manera que hacerlo a través de uno de sus forjadores, George Slight.
Max Cárcamo