Más de 30 personas participaron en taller "Pan para Todos"
LABOR. La Fundación Cuatro Esquinas ejecutó este proyecto que busca dar herramientas a las personas que vivían en la calle y a quienes están en situación de vulnerabilidad.
Más de 30 personas que viven en situación de vulnerabilidad, recibieron sus diplomas tras culminar un taller de panadería llamado "Pan para Todos", una iniciativa de la Fundación Cuatro Esquinas, el cual fue financiado por el Fondo De Fortalecimiento de Organizaciones de Interés Público, que busca la inserción laboral de los participantes.
Ronaldo Cortés, es uno de los integrantes del programa, durante años fue alcohólico y estuvo viviendo en la calle. Hoy mira con optimismo esta nueva oportunidad que le otorga la vida. "Me ha servido mucho para distraerme y lo otro para el futuro. Soy alcohólico y gracias a estos programas hace 9 meses ya no tomo, estoy bien de salud. Estas iniciativas me han hecho muy bien, viví en la calle como 5 meses en el río, perdí muchas pegas he trabajado mucho en los parronales. Cuando conocí este proyecto se me abrieron las puertas y esto ha sido para proyectarme como persona, me quiero".
Con esta transformación que ha logrado, observa el futuro con optimismo. "Me cambió el chip, yo antes era copete copete no mas y vamos tomando. Tengo 60 años y vivo la vida de otra manera, quiero proyectarme con una panadería, tener un carrito y vender papel higiénico. Tengo dos proyectos, yo siempre he trabajado independiente, vendiendo, ahora pienso en una panadería".
Reconoce que esto no lo hubiese logrado sin el apoyo de profesionales de la fundación. "Veo las cosas más claras sin copete, cuesta y cuesta mucho, si uno no tiene donde afirmarse. Acá me han apoyado mucho las tías, o si no yo ya estaría botado con el 10%.
Su vida sumida en el alvolohísmo generó que su familia se alejara de él, ahora pudo volver a componer esos lazos. "Hace diez años que no hablaba con mi familia de Arica, por el alcohol, murió mi mamita y cada uno por su lado. Hace dos meses hablé con mi familia, tengo contacto con una hermana, mi sobrino, con parte de la familia. Pensaba que estaba muerto, cuando vieron que estaba en el proyecto lloraron de emoción".
Estas dependencias del proyecto de la Fundación Cuatro se han transformado en su hogar, donde cultiva verduras y hasta tiene una chancha a quien cuidar. "Tengo mi pieza, donde comer y un trabajo, no puedo pedir más. Yo me tomé hasta el gato, yo creo que esta opotunidad se me está dando otra vez y no hay más. Me siento contento con lo que hago, he sacado choclo, tomate, zapallo, tomate, me gusta mucho la siembra. Tengo una chancha que no es mía, conejos, pollitos, me gusta lo verde. Esta es una nueva familia".
Respecto a las posibilidades de volver a caer el en alcoholismo, señaló que "no quiero volver a caer, estuve con sicólogo durante un año. Hace un año, tomé tres días y me chanté. A futuro me veo con una pareja y estoy postulando a una casa, algo que nunca pensé. Me dieron herramientas, la oportunidad de ser yo, me siento contento que más le podre pedir a la vida, a veces pienso porque no echo el tiempo 30 años atrás, pero no se puede", dijo.
Finalmente, señaló que en el proyecto se les entrega todas las herramientas para que las personas puedan salir de sus adicciones. "He visto a compañeros que se van que se creen el cuento que están bien y están mal. Dicen que tengo 40 años y no se dan cuenta cuando llegan a 60, 70 y están botados, no tienen a nadie".