A las 12:40 de ayer los canales de televisión transmitieron la primera entrega de la franja presidencial, de cara a las elecciones del 21 de noviembre próximo.
El espacio se dividió en secciones iguales para uno de los siete candidatos, correspondiéndole a Eduardo Artés iniciar el espacio, donde aprovechó de evocar el legado de Salvador Allende, criticar el ataque a su monumento y lanzar algunos dardos contra Gabriel Boric por sus cambios de opinión.
Le siguió José Antonio Kast, quien en tono reposado apuntó a sus electores más tradicionales. "Atrévete a recorrer un camino que no será fácil, donde nos encontraremos con obstáculos y mucha resistencia", convocó.
Más tarde Gabriel Boric escogió fijar su relato en el norte -con un árbol, nuevamente- y además presentar a algunos de los miembros de su equipo, destacando la aparición, por primera vez, de la diputada socialista Maya Fernández.
Sebastián Sichel enfocó su discurso en el "Sí, se puede" y en su condición de representar las libertades económicas y valóricas frente a dos "extremos". Además, mostró sus zapatos recorriendo distintos rincones del país e insistió con que él se ubica al centro, en medio de candidaturas extremas.
Franco Parisi (PDG), quizás el más disruptivo, llamó a no más franjas tipo "llora, mamita, llora", criticando a oposición y oficialismo por sus promesas inconclusas. De manera ilustrativa, mostró acciones concretas de su programa: bajar sueldos públicos, mejorar pensiones y corregir impuestos.
Marco Enríquez-Ominami, en tonos sobrios y enfocado en él, se arrogó el haber sido el primero en anticipar lo que venía y explicó su "perseverancia" al insistir, por cuarta vez, en una aventura presidencial.
Finalmente, Yasna Provoste puso en pantalla a un cantante entonando el himno nacional a capela, siguiendo un relato alusivo a la pandemia que -según explicó Alejandro Goic, su jefe de campaña- "no es un artilugio escrito por guionistas", sino un discurso de Provoste en julio, antes de ser candidata.