Correo
A dos años del 18O
Señor director:
El problema de la romantización e idealización del 18-O es que no se puede evadir la naturaleza de los hechos que lo inauguraron: la nefasta destrucción, pérdida de vidas, heridos y paralización de actividades producto de una oleada sin precedentes de violencia anómica y vandálica.
Inorgánica, sin líderes, autoconvocada, el 18-O fue la irrupción de la política de la identidad, la deslealtad democrática y un refundacionalismo sin mayorías.
Siguiendo al historiador Alfredo Jocelyn-Holt, los estallidos en Chile son la otra cara del orden establecido. La tesis devota de que la violencia es necesaria para producir cambios ("La violencia es partera de la historia"), debe asumir que del estallido viene el contraestallido y que, para asegurar nuestra convivencia (y existencia) colectiva, debemos retornar a la estabilidad institucional, la tranquilidad pública, los equilibrios macroeconómicos, al rigor técnico y a un reformismo proactivo.
Por desgracia, la decepción ciudadana tras los Pandora Papers, la malversación de fondos de un exdirector de la PDI, el alza de los costos de vida, el precario debate en torno al cuarto retiro, los espolonazos al Banco Central y la baja aprobación de la Convención, claramente nos llevan, paradójicamente, al mismo lugar al cual nos llevaron los violentistas del 18-O: la inestabilidad y el rupturismo.
Camilo Barría-Rodríguez
Por la salud mental de todos
Según un estudio mundial realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), como parte del proyecto Changing Childhood, uno de cada cinco jóvenes de entre 15 y 24 años afirmó que, en medio de la pandemia por Covid-19, a menudo se sentía deprimido o tenía poco interés por hacer planes.
La situación de confinamiento prolongado se convirtió en uno de los factores de preocupación para las personas y los profesionales de salud mental, ya que el estar aislados no solo afectó al sector financiero y los cierres de negocios, sino también la salud psicológica de niños, adultos y adultos mayores.
Ahora que, gracias al avance de la vacunación y las nuevas libertades que ello entrega, es importante seguir cuidando nuestra salud mental, incorporando hábitos saludables: respetar las horas de sueño (de 7 a 9 horas, en el caso de los adultos, y de 8 a 10 horas, en los jóvenes), alimentarse de forma balanceada, hacer ejercicio de forma regular y reducir o eliminar el consumo de bebidas alcohólicas, tabaco o sustancias. Particularmente, hago un llamado a retomar o mantener los controles con el psicoterapeuta o psiquiatra, ya que esto es vital para mantener una óptima calidad de vida.
Igualmente, es necesario regresar y reencontrarnos con nuestros familiares, seres queridos y compañeros de trabajo, siempre manteniendo las medidas de autocuidado para prevenir el contagio como uso de mascarillas, distanciamiento social y respeto de los aforos permitidos.
Dr. Danilo Quiroz, director en Fundación Neuropsiquiátrica de Santiago, NEPSIS y profesor adjunto en la Universidad Diego Portales.
Silencio
Preguntas...
¿Habrá personas realmente interesadas en ver los enfrentamientos entre los candidatos a la presidencia, por temas que en la práctica, no le resolverán los problemas a nadie?
¿No sería mejor, ver a todos los candidatos enfrentados, pero no a las preguntas de periodistas, sino que a las interrogantes efectuadas por verdaderas eminencias en temas, tales como economía, administración pública, relaciones internacionales, tratados, etcétera, para que realmente los electores sepan de que "madera" está hecho su candidato y sus adversarios, de cómo están sus "dedos para tocar el piano" y si se les "va en collera la guitarra"?
Nada mejor que saber ahora...
Cuando todavía está la oportunidad para enmendar ó confirmar una decisión, porque una cosa es responder las preguntas televisivas, que palabras más, palabras menos, cualquier chilena ó chileno podría contestar, para salir bien "parado", y otra muy diferente es demostrar, ante un panel de expertos, que se tiene los respaldos más que suficientes para asumir la presidencia de Chile en la forma y en el fondo, con cero posibilidad de eludir las preguntas incómodas, algo que es muy usado en los debates vistos hasta hoy, o sea, no como dice el dicho, "Silencio es aprobación", en este caso sería categóricamente "Silencio es irresolución", "Silencio es inoperancia"...
A estas alturas de la historia, Chile, las chilenas y los chilenos, no están para ser parte de experimentos, para ver si funcionan ó no, en donde por lo general y corríjame si estoy equivocado, los más afectados siempre resultan ser, quienes se suponía serían los más beneficiados si abrazaban sus propuestas político partidistas...
Luis Soler