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Por su parte, el humedal de la desembocadura del río Huasco, es la desembocadura del Río Huasco al mar, forma un sector grande de aguas semisaladas, espacio que genera la coexistencia de aves de agua dulce, aves marinas y aves de agua salada. Existen hasta 100 especies de aves diferentes. Es uno de los pocos humedales marinos y tiene 451 hectáreas a las que solo se puede acceder caminando por la playa durante una hora. Ahí se pueden encontrar cisnes, taguas, garzas, además de reptiles, mamíferos y roedores. No tiene infraestructura, por lo que es muy importante la responsabilidad de quienes lo visitan.
Respecto al humedal de Totoral, se trata de un humedal costero de cinco hectáreas, al suroeste de la comuna de Copiapó. Según un conteo de especies por parte del Servicio Agrícola Ganadero (SAG), se avistaron en él especies llamativas, como un cisne coscoroba y sus crías, lo que constituye el registro más al norte de avistamientos y nidificaciones de esta especie. Se han registrado además avistamientos de patos reales, colorados, tagüitas del norte, huairavos y otros.
Sobre la observación para la investigación, Izquierdo señaló "estuvimos trabajando en la recopilación de información para el trabajo durante un año, aunque como grupo de investigación llevamos trabajando en el estudio de los humedales costeros desde 2015".
Sobre las amenazas halladas en la investigación, la Dra. Izquierdo indicó que "la mayor amenaza es sin duda la explotación de aguas subterráneas en la cuenca que nutre al humedal, después existen amenazas a la biodiversidad de estos espacios naturales que siempre están relacionadas con el uso descontrolado de los mismos como las camionetas que los atraviesan o los perros abandonados. Por último, existen una serie de amenazas naturales como los tsunamis o los aluviones, sin embargo, los sistemas se recuperan del impacto de estos en unos meses como vimos en el humedal del Copiapó tras el aluvión de 2015".
Finalmente, entre las conclusiones del documento -que es público y se puede encontrar en la página de la revista- se encuentran "la convergencia de muchas instituciones con diferentes competencias deja algunos aspectos al descubierto y algunas funciones descoordinadas, como inspecciones reglamentarias. De ahí la escasez de categorías que protejan estas costas humedales, y el hecho de que estas categorías no tengan en cuenta las particularidades de las zonas áridas humedales, los hace especialmente vulnerables. Estos humedales costeros de tierras secas deben preservados no solo por su singularidad sino también por los servicios ecosistémicos que proveen".
"Es fundamental promulgar una ley costera en Chile que permita enfrentar el cambio climático en ecosistemas costeros donde no existen normativa de protección integrada. Esta nueva ley costera debería modificar el concepto de borde costero a una zona costera, lo que significaría proteger más territorio. La costa (borde) comprende 80 m desde la línea de marea más alta, mientras que la zona costera permitiría la protección de varios kilómetros tierra adentro, incluidos los ecosistemas costeros como humedales, campos de dunas y playas" concluye el estudio.
"Es muy relevante que una revista científica haya considerado el trabajo para su publicación, existen muy pocos estudios sobre el funcionamiento de humedales costeros en zonas áridas"
Tatiana Izquierdo, Licenciada en Ciencias Ambientales y doctora en Ciencia y Tecnología Ambiental e investigadora de la Universidad de Atacama
57 hectáreas de extensión tiene el humedal de Carrizal Bajo, el cuál es de importancia mundial por la diversidad de fauna.
5 hectáreas tiene el humedal de Totoral, que está ubicado al suroeste de la comuna de Copiapó.