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Durante la visita inspectiva, los profesionales de Conaf comprobaron en terreno la erosión producida a lo largo de la quebrada, sobre una distancia de 932 metros, y cuyos impactos ambientales de la extracción ilegal están asociados directamente a la remoción del sustrato de la quebrada en una zona de uso intangible del parque.
En un primer análisis, los impactos por remoción de sustrato tienen relación con la pérdida de suelo, activación de procesos erosivos o erosión de suelo, compactación del suelo y deterioro de las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.
También se registró la remoción de tierra, lo que afectó a la especie Eulychnia acida (copao). En el caso de la fauna, la presencia humana en el sector provoca el desplazamiento de especies, como el guanaco, generando con ello modificación o pérdida de hábitat. Lo mismo puede suceder con otros mamíferos, como el zorro o felinos.
Sobre este inusual caso, el director regional explicó que "nosotros como Conaf lo primero que se hace es el diálogo, nuestro equipo de guardaparques así como la dirección provincial conversó con la gente, le dio a conocer que este era un tema delicado, que estaban dentro de un parque, en el marco de la Ley 19.300 artículo 10 letra P, toda intervención en área silvestre protegida, ya sea reserva, tiene que pasar por estudio o una declaración de impacto ambiental". Sin embargo, la respuesta de los invasores no fue la esperada.
Según Soto, "las personas argumentaron que no estaban haciendo daño al parque y a la fauna y eso está equivocado, porque cualquier intervención al interior del parque se altera el hábitat de la fauna, del guanaco, y también se altera la quebrada", por consiguiente, "se le explicó a las personas todo el daño que estaban provocando, pero el argumento de ellos era que la situación económica, que el desempleo y empezaron a extraer oro, eso es lo más grave", apuntó.
Por este motivo, "el 23 de agosto se hizo entrega en el lugar del acta de notificación de la Resolución Exenta Nº 227 de Conaf, donde se solicita el retiro del lugar, tanto del mismo campamento como de la maquinaria, a más tardar el 31 de agosto". Pero "las personas no quisieron desalojar, por lo tanto se procedió mediante la delegada provincial (del Huasco) a solicitar el desalojo", afirmó el director de la Conaf Atacama, quien agregó que "antes del 31 tienen que dejar el parque y retirar todo su campamento, así como proceder de alguna forma a tapar los hoyos que dejaron en las quebradas, porque la intervención es grave, al parecer las personas trabajaban día y noche para acelerar la extracción del mineral".
Héctor Soto, en su calidad de director regional de Conaf invitó a quienes trabajan en la extracción de mineral a retirarse en buenos términos. "Lamentablemente no queremos llegar al tema de la Fuerza Pública, con apoyo de Carabineros, pero si no se retiran el 31, ya esa semana la delegada (provincial del Huasco) se va a hacer cargo con la Fuerza Pública para retirar a las personas", dijo Soto, finalizando su intervención afirmando que "no descartamos acciones legales posterior al desalojo, por los daños".
"Lamentablemente no queremos llegar a la Fuerza Pública, con apoyo de Carabineros, pero si no se retiran el 31 (de agosto), ya esa semana la delegada (provincial del Huasco) se va a hacer cargo con la Fuerza Pública".
Héctor Soto, director regional Conaf Atacama
932 metros de quebrada fueron intervenidos para las actividades de extracción minera en el Parque Nacional Llanos de Challe. Quienes explotaron esos recursos tienen hasta el 31 de agosto para desalojar.
8,6 kilómetros de extensión y de entre 8 y 10 metros de ancho, además de una cancha de una superficie aproximada de 750 metros cuadrados detectaron los guardaparques en el Parque Nacional Pan de Azúcar.