Sexualidad y cuidados reproductivos en Atacama
Entre 2018 y 2019 se realizaron 26 vasectomías, lo que está lejos de las cifras de ligaduras de trompas. El cuidado reproductivo y sexual es erróneamente traspasado a las mujeres.
Un total de 26 vasectomías se realizaron en la red asistencial entre 2018 y 2019, lo que significa un aumento respecto a otros periodos, pero que están lejos de los niveles que merece un método anticonceptivo que puede ser muy útil, eficaz y reversible.
La razón puede ser muy simple: que el cuidado sexual y reproductivo en su conjunto es achacado por razones culturales a las mujeres, quienes son vistas como las "responsables" de lo que suceda en sus cuerpos.
Usar pastillas anticonceptivas y hasta llevar preservativos para hombres se ha transformado en la modalidad más cómoda de las relaciones de parejas y ocasionales para el control de la natalidad, sin que se ahonden en otros aspectos que pueden ser un aporte en la materia.
La vasectomía tiene múltiple beneficios versus por ejemplo a las ligaduras de trompas. Es más barata, efectiva y menos peligrosa, junto a esto cualquier urólogo la puede realizar.
Sin embargo, esto sigue siendo ignorado o no suficientemente masificado para equiparar las cirugías que se realizan las mujeres y donde una cesárea es vista como la instancia ideal de su esterilización, lo que termina fomentando esta práctica.
Junto a esto la vasectomía está rodeada de mitos que terminan instaurándose como verdades lo que fomenta la entrega de responsabilidad a las mujeres, que incluso aceptando esta realidad no tienen las condiciones seguras para una ligadura. Esto dado que médicos pueden negarse al objetar conciencia y eso es muy común especialmente cuando se trata de jóvenes que no tienen hijos. De todas formas, legalmente cualquier mujer desde los 18 años y en posesión de tus facultades mentales puede optar al procedimiento.
Una vasectomía puede ser reversible con 90% de éxito en un periodo de 10 años tras la operación, lo que permite un mayor manejo de los hombres en caso de querer volver a ser padres con la misma pareja o con otra.
Por el contrario, la ligadura puede no revertirse y la mujer debe acudir a otros métodos como fertilización in vitro, pero esto no asegura que pueda volver a ser madre.
Como vemos una contradicción en la idea de fomentar el desarrollo de las familias, dado que es más útil que los hombres tomen la posta en esterilizaciones.