Diego de Almagro: Una estratégica estación que dio vida a la minería y el transporte ferroviario
La historia de Diego de Almagro tiene raíces profundas, vinculadas con la minería y luego con el transporte ferroviario, teniendo como escenario la estratégica estación que dio vida a la pujante localidad conocida desde sus inicios como Pueblo Hundido.
Esta realidad significó que el 19 de agosto de 1972, bajo el mandato del Presidente de la República Salvador Allende Gossens, fuera convertido en sede de una naciente comuna; sin embargo, en 1977 el gobierno militar mantuvo esa condición, pero cambió su nombre mediante el decreto ley 1758, aduciendo que existían "razones de índole histórico-cultural que aconsejan rendir un homenaje al adelantado español don Diego de Almagro".
El mencionado cuerpo legal emanado del Ministerio del Interior, firmado por el entonces Subsecretario, General de Brigada (A), Enrique Montero Marx, fue promulgado el 31 de marzo y publicado en el Diario Oficial el 13 de abril.
El breve texto expresa: "La Junta de Gobierno de la República de Chile ha acordado dictar el siguiente decreto ley:
Artículo único.- Sustitúyese el nombre del pueblo y de la comuna de 'Pueblo Hundido', de la provincia de Chañaral, de la III Región, por 'Diego de Almagro'.
Regístrese en la Contraloría General de la República, publíquese en el Diario Oficial e insértese en la Recopilación Oficial de dicha Contraloría". Refrendan el documento los integrantes de la Junta, Augusto Pinochet, Gustavo Leigh, César Mendoza, Patricio Carvajal Prado (Comandante en Jefe de la Armada subrogante) y el Ministro del Interior, general César Benavides.
Crónicas de la época aseguran que en realidad la comuna asumiría la denominación de Diego de Almeyda, en reconocimiento de este copiapino que instalado en una caleta de pescadores que llamó Caldera, inició desde este punto en 1824 numerosas expediciones por la costa hacia el norte y dirigidas al valle de Copiapó. Se atribuye a este explorador el descubrimiento de tres vetas de cobre y una de plata en el área que denominó "Las Ánimas", que explotaría luego junto al británico Onofre Bunster
Como necesitaba exportar la producción cuprífera, el 26 de octubre de 1833 fundó el puerto de Chañaral de las Ánimas, importante localidad que hoy es sede comunal. Un incansable cateador que recorrió todo el desierto descubriendo depósitos minerales y bautizando lugares que