BB.NN. a la vanguardia del crecimiento economico en tiempos de crisis sanitaria
Felipe Salce Díaz , M.A. in Economics, académico de Departamento de Ingeniería Comercial UDA, Pablo Cantellano Ampuero, Seremi de Bienes Nacionales de Atacama
Nuestra Región de Atacama, a lo largo de su historia, ha sabido desenvolverse con singular prestancia en ámbitos de tanta trascendencia para nuestro país como la minería, motor para el desarrollo actual, y promesa de un futuro auspicioso para las futuras generaciones.
Nuestra región aspira a más; en efecto, la agricultura, el turismo, el comercio y la cultura, constituyen pilares fundamentales sobre los que se erigirá una nueva Atacama de cara a las próximas décadas, otorgando a sus ciudadanos las herramientas para su desarrollo y bienestar como nunca antes lo tuvimos en nuestra historia.
Lo anterior, qué duda cabe, a través del esfuerzo y dedicación de las personas, de la sociedad civil que busca mejores perspectivas de vida, en un suelo que ofrece vastas oportunidades. En este marco, no poco es el esfuerzo y aporte que ha generado el Ministerio de Bienes Nacionales, órgano que desde su creación ha sido artífice de grandes avances para nuestra región, constituyendo un apoyo indispensable para miles de atacameños a lo largo de su dilatada trayectoria como servicio público.
De lo anterior podemos mencionar múltiples ejemplos. Sin embargo, es preciso resaltar uno que, sin duda alguna, repercutirá fuertemente en las políticas públicas que el Presidente Piñera pretende establecer en nuestra región; particularmente hacemos referencia a la imperiosa necesidad de crecer económicamente en tiempos de profundas dificultades ocasionadas por la crisis sanitaria que ha azotado a la generalidad de los países del mundo.
En efecto, nuestro Ministerio ha dispuesto este año de 325 inmuebles fiscales para la reactivación económica, a través de su Plan de Licitaciones denominado "Terrenos para Chile", y Atacama, en este marco, constituye una región protagonista, estableciéndose como la segunda a nivel nacional con más aportes en este importante rubro, para el desarrollo de proyectos que traigan, no sólo el crecimiento y mejoramiento de nuestras condiciones económicas, sino que además que encarnen más vívidamente la esperanza de un futuro mejor para nuestros conciudadanos. Así las cosas, la mayor cantidad de proyectos se concentra en la macrozona norte, en donde nuestra región promueve 50 inmuebles en un espacio de 3.036 hectáreas, algunas de las cuales pueden ser conocidos a través del sitio web http://licitaciones.bienes.cl/
Buscamos promover la inversión en sectores productivos claves para la reactivación económica, como el habitacional-comercial, agrícola, equipamiento, turismo, conservación y patrimonio, energía e industria. Un esfuerzo formidable de un gobierno que ha sabido enfrentar la crisis con éxito, sin olvidar la necesidad de mantener el país a la vanguardia del crecimiento a nivel mundial, única política que permite eficientemente derrotar la pobreza.
Este plan, cuyos ejes fundamentales son la integración social, la reactivación económica y el progreso de las regiones, representa un esfuerzo que debemos apoyar y difundir, nuestra región está llamada a ser, en los próximos años, una ventana al desarrollo y progreso para el país. De nosotros depende que este trabajo no se vea frustrado y como autoridades y ciudadanos, el desafío es arduo y, por ello, es preciso abordarlo con seriedad y responsabilidad.
Recuperación no sostenible
En las últimas semanas, nos hemos alegrado con las cifras de la recuperación económica. El IMACEC llegó a mostrar un crecimiento de un 20,1% en junio. Una cifra histórica. También se ha celebrado la creación de empleo del último tiempo, y nos hemos preocupado por las cifras de inflación. El problema es que no todo es color de rosa.
El actual crecimiento económico es en base al consumo, el cual se ha financiado con transferencias del gobierno, retiros del 10%, y endeudamiento. Mientras que, por otro lado, la creación de empleo se ha estancado e incluso retrocedido. Quedarse únicamente con la tasa de desempleo es un error. El hecho de no tener un crecimiento basado en la inversión en lo que ha estacando la recuperación en el mercado laboral.
Producto de la pandemia, se perdieron casi 2 millones de empleo a nivel nacional, de los cuales se llegaron a recuperar poco más de 1 millón, representando un 55% de lo perdido. El problema es que el punto máximo en la recuperación de empleo fue en el trimestre Diciembre-Febrero, explicado principalmente por el período de vacaciones. Desde ese momento hasta Junio, último dato disponible, el número de ocupados ha disminuido de manera sostenida, perdiéndose 126 mil empleos, representando una destrucción de un 11,6% de lo recuperado solamente en cuatro meses. Específicamente, en la última entrega del INE a nivel nacional solamente se crearon 80 empleos y 53 mil personas que abandonaron la fuerza de trabajo, lo cual es un problema aún más grave.
Un crecimiento debido únicamente a retiros del 10% y transferencias del gobierno no es sostenible, ni siquiera en el corto plazo. Mucho peor si esas transferencias aumentan el endeudamiento del país. De seguir por este camino, cuando se agoten los retiros del 10% y el Estado no pueda endeudarse más, la recuperación se estancará de golpe, y no solamente podríamos caer en una crisis económica, sino también en una crisis social al frenar de golpe las expectativas económicas de la sociedad. Reflejo de esto último, es que hoy muchas personas están teniendo ingresos mayores a los de antes de la pandemia, sumando sus trabajos y el IFE, pero eso tarde o temprano debe acabar, los recursos no son infinitos.


