Los incidentes ocurridos en la cancha JJ Vallejo de Copiapó que incluyeron una pelea y una camioneta arremetiendo contra personas en el terreno de juego llevaron a la capital regional al ojo del país dada las impactantes imágenes.
Hasta ayer no habían heridos y responsables, por lo que lo ocurrido podría quedar en nada, aunque sí desde ya deja una lección: la falta de control en los partidos de fútbol amateur.
Estos torneos, ya sean amistosos como el de fin de semana u "oficiales", viven de la autorregulación dado que no cuentan con las medidas de seguridad que corresponden a los recintos y a personal que pueda mantener el control de hechos como los ocurridos el fin de semana.
Es decir hay un riesgo latente que depende de un sinnúmero de factores. Las emociones del momento, el consumo o no de alcohol, alguna rencilla pendiente o un mal cobro del árbitro o resultado pueden ser un detonante, ya sea uno por si solo o en su conjunto, para que se registren incidentes como los vistos.
En el caso de lo ocurrido el fin de semana no se saben las razones, solo que fueron hechos extremadamente graves y que pudieron haber tenido peores consecuencias.
Así estos partidos -incluso amistosos- terminan siendo "tierra de nadie" a lo que se suma que funcionarios policiales realizaron diligencias en base a los videos sin encontrar respuesta. No se han presentado víctimas, ni lesionados y las personas entrevistadas por personal de la institución no aportaron antecedentes, lo que deja la indagatoria en un punto muerto y quedando los futuros eventos al criterio de las decenas o cientos de personas que concurran.
Carabineros ayer mencionó que la ciudadanía puede solicitar los resguardos policiales a este tipo de eventos para que se desarrollen con normalidad, sin embargo quedan dudas sobre si la institución pueda ser capaz de absorber esta demanda ante la menor dotación que hay hace años. En Copiapó hay canchas en JJ Vallejos, ANFA, Balmaceda y otras que sin cuarentena son escenarios de partidos amateur y vecinales, pero no por ello se puede descuidar otros puntos de la ciudad y que se incrementen los delitos por la ausencia de patrullajes y el paso de funcionarios por las calles.