Aumento de brechas en ingresos en Atacama
La pandemia acrecentó las inequidades entre hombres y mujeres. El caso de la región llama la atención: los varones, al igual que el promedio nacional, aumentaron ingresos, pero las mujeres los redujeron a diferencia de la realidad en el país. Lamentablemente, también hay otra discriminación cuando se elige a una mujer u otra, siendo la maternidad y el estado civil factores que son analizados a la hora de la contratación.
La pandemia trajo el aumento de las inequidades, entre estas en el desarrollo laboral entre mujeres y hombres, lo que quedó evidenciado en la última encuesta Casen. De acuerdo al desglose del académico de la Universidad de Atacama, Felipe Salce, las brechas laborales en 2020 llegaron al 89,27% respecto a 2017, impulsadas por los ingresos reales por género. Los hombres ganaron un 0.5% más, mientras que en el caso de las mujeres bajaron un 2.7%, en una realidad distinta al promedio nacional, dado que en ambos hubo un aumento.
No se podrían sacar conclusiones apresuradas, pero sin duda que el ser una región minera exacerba estas desigualdades. En Atacama sigue predominando el mayor y mejor acceso laboral a hombres, mientras que las llamadas "tareas de la casa", siguen siendo de exclusiva acción de las mujeres en muchas viviendas.
Esto se condice con las causas de las brechas de género. Ya lo advertía la representante de ONU Mujeres, María Inés Salamanca, en un seminario organizado en octubre de 2020 por el Senado, donde mencionó que las mujeres dedican un 2,5% más de tiempo al trabajo doméstico. A su vez explicó que el empleo a tiempo parcial son realizados principalmente por mujeres, quienes deben dividir sus tiempos con las tareas del hogar.
La inequidad también se explica porque ellas laboran en trabajos socialmente menos valorados y hay una precarización del empleo, por ende hay una menor cantidad de ingresos.
Conceptos como la corresponsabilidad deben ser incorporadas urgentemente en la cultural local, como también reales muestras empresariales de apoyo al empleo femenino, dar las condiciones laborales adecuadas y eliminar estereotipos.
Además, no se puede reducir todo a una generalidad. Lamentablemente, también hay otra discriminación cuando se elige a una mujer u otra, siendo la maternidad y el estado civil factores que son analizados a la hora de la contratación, según la Fundación ChileMujeres. Sin duda queda mucho por hacer.