Descenso en tendencia de precipitaciones pone en riesgo reservas de agua de embalses en Copiapó y Vallenar
PROYECCIONES. La tónica en las últimas cuatro décadas ha sido de "descenso constante". La DGA estima que a 30 años en la cuenca del Río Copiapó la caída de promedio anual de precipitaciones puede llegar a los 33 mm y desde la JVRH señalaron que se ha alcanzado ya "mínimos históricos" en el Embalse Santa Juana.
Compleja es la situación hídrica que se vive en las cuencas de Atacama, luego de los pronósticos de la Dirección Meteorológica de Chile, donde no se vislumbra un vuelco positivo en esta situación.
El seremi del MOP, Alfredo Campbell señaló que "el panorama hidrológico se encuentra en una situación muy delicada debido a las escasas precipitaciones que se han registrado desde el año 2018 con un consecuente efecto en la disminución de los caudales; esta situación es preocupante porque no han existido grandes lluvias hasta la fecha, teniendo un déficit de escasez hídrica en comparación a otros años, lo cual no nos ha permitido acumular reservas de agua en el Embalse Lautaro, para abastecer el uso de aguas superficiales", dijo.
Si se explica en detalle y de acuerdo a los análisis históricos de precipitaciones más recientes realizados por la Dirección General de Aguas del MOP en las principales cuencas de la Región de Atacama, es posible afirmar que en las últimas cuatro décadas existe una tendencia de descenso constante en las precipitaciones. A su vez, según las proyecciones realizadas mediante modelos climáticos globales, por ejemplo en la cuenca del Río Copiapó, cuyo promedio histórico de precipitaciones gira en torno a los 37 mm, observando los escenarios menos favorables el promedio anual de agua caída podría descender hasta los 33 mm dentro de un plazo de 30 años. En sentido inverso, se proyecta un aumento de las temperaturas en la cuenca del Río Copiapó, el cual podría alcanzar a los 2°C en los sectores más alto dentro de similar periodo de tiempo.
Como una seria consecuencia de lo anterior, dichos parámetros condicionan una tendencia a la disminución de la escorrentía superficial en los principales cursos de agua de la región, y que al analizarlo desde la perspectiva de la variabilidad climática futura, podría proyectar una disminución promedio cercana a 1,5 m3/s de caudal instantáneo anual promedio, descendiendo así el promedio anual histórico de 6,6 m3/s a cerca de los