Hospital de Huasco
El 2007 se pudo conocer el proyecto del Hospital Comunitario de Baja Complejidad de Huasco con un costo de mil 400 millones de pesos que debían emerger del Estado.
Las lentitud clásica de la realización de los proyectos en regiones indicaba que el 2011 el recinto debía estar habilitado. No fue así. La información que publicó El Mercurio de Santiago en la semana indica que hubo problemas con la ubicación y el terreno, sin aclarar cuáles fueron esas dificultades permitiendo una serie de especulaciones sobre la base donde la razón indica que la ubicación debe ser la correcta en un terreno adecuado que deben emanar de los estudios que practican los profesionales egresados de las universidades chilenas.
Se programaron otras dos fechas para los inicios de la esperada construcción: 2012 y 2016. Tampoco. Ya habían transcurrido nueve años del proyecto inicial del 2007 que tenía un costo de mil 400 millones de pesos.
El 2019, doce años después, se iniciaron los trabajos para un proyecto que ya iba en los…15 mil millones de pesos, del cual se anuncia en el decano de la prensa nacional, va en el 75 % de avance pudiéndose recibir la obra en el presente año. Catorce años ya han transcurrido. Dos gobiernos de Sebastián Piñera y uno y medio de Michel Bachelet.
En el citado diario del martes 22 de junio, el alcalde de Huasco, Rodrigo Loyola, comenta que han esperado mucho tiempo por la obra pero no cuestiona mayormente el plazo de 14 años para una construcción tan necesaria que tendría a alrededor de diez mil usuarios de la zona.
Claudio Baeza, director del Servicio de Salud de Atacama se refiere a los diez años que esperan por el hospital, cuando son catorce, pero más comenta la futura "mejor calidad de vida para nuestros usuarios".
El intendente Patricio Urquieta indica el estado de avance del 75 %, "…por lo cual esperamos que las obras se puedan concluir dentro de este año mediante el esfuerzo del gobierno y de todos los sectores…"
Emerge la pregunta: ¿Por qué ninguno cuestiona el tiempo de este proyecto y los montos que se debieron extraer del Estado?
Otra pregunta: ¿Es normal que los proyectos se tomen tanto tiempo y nadie de los gobiernos locales se inquiete mayormente?
La última pregunta: ¿No hay fiscalización sobre el desarrollo de los proyectos y sobre las empresas que los acometen para que se cautelen los recursos que pertenecen a todos los ciudadanos?
Osman Cortés Argandoña
Delta
Las proyecciones sobre la variante Delta (B.1.617.2) en Israel, Estados Unidos, Australia, Reino Unido y la Unión Europea, permiten sostener que, de volverse la cepa dominante en Chile, abrirá serios flancos a la estrategia nacional que es preciso tomar en consideración.
Primero, las medidas restrictivas seguirán siendo frecuentes y demandarán mayor severidad dada su mayor transmisibilidad. Segundo, la variante Delta golpeará fuertemente a los segmentos de la población que resisten inocularse, especialmente a los jóvenes, lo que aumentará las hospitalizaciones. Tercero, la interrupción de las actividades frenará la reactivación económica en curso y aplazará la vuelta a clases presenciales. Cuarto, el alto costo y la falta de capacidad técnica para lograr la necesaria secuenciación genómica -examen que determina el tipo de variante- a la escala necesaria, dificultarán el monitoreo y la trazabilidad. Quinto, las bajas temperaturas de la temporada serán un facilitador de la propagación.
Todo esto revela la necesidad de extremar el autocuidado, implementar medidas eficaces en las fronteras, neutralizar la complacencia y proseguir con el proceso masivo de vacunación. En este sentido, una tercera dosis será más que necesaria a la luz del panorama descrito; la variante Delta es hasta 97% más contagiosa que el virus original y el eventual arribo de la mutación K417N tensionaría aún más la situación nacional.
Camilo Barría-Rodríguez
Transportistas
Señor director: El reciente informe "Fairwork Chile", liderado por la Universidad Adolfo Ibáñez, que evalúa las condiciones laborales de las plataformas de ventas online, puso en evidencia las graves precariedades que viven los trabajadores de delivery en Chile, siendo las más preocupantes la informalidad, jornadas extenuantes, y riesgos de robos y asaltos.
Lo anterior pone nuevamente sobre la mesa la urgencia por mejorar las condiciones de trabajo en las empresas que operan desde la primera hasta la última milla. Para ello, es indispensable no solo poner sus esfuerzos de inversión en tecnología para sacar pedidos a tiempo o mejorar sus márgenes, sino que, además, generar ecosistemas laborales favorables. Eso se logra con modelos de negocio basados en las personas, y que contemplen remuneraciones justas, contratos formales de trabajo, incentivos económicos y horarios de trabajo diurnos que mitiguen la posibilidad de sufrir riesgos en ruta, sobre todo en tiempos de pandemia, cuando los choferes y transportistas se han convertido en la primera línea del e-commerce.
Eduardo Segovia, CEO del operador logístico Rocktruck