Chile, el que muchos han definido muchas veces como el país de las maravillas o los jaguares de Latinoamérica por sus buenos resultados en crecimiento económico, está ad portas de cambios que pueden definir su historia por las próximas décadas. A pesar de los resultados a nivel macro, en el nivel micro todo estaba mal: desigualdad, exenciones tributarias, inexistente sistema de seguridad social, y un largo etc. Incluso hoy, muchos le bajan el perfil a la desigualdad, aludiendo que no tiene mayores consecuencias y que solamente es envidia. Como si fuese una casualidad que los adultos mayores de San Ramón tienen una tasa de mortalidad por COVID-19 12 veces mayor que los de Vitacura.
Los super ricos del país de las maravillas se oponen al impuesto a los super ricos. Muchos colegas economistas dicen que estos super ricos lo son debido a su trabajo, y que por ende es injusto colocarle un impuesto a su esfuerzo. Según ellos, si usted se esfuerza y ahorra, también podría ser un super rico. A una tasa de rentabilidad de 5% anual, si usted ahorra/invierte $1 millón al mes, tardará 87 años, si el monto baja a $500 mil tardará 101 años, y si el monto baja a $100 mil al mes, tardará 134 años. Es solo cosa de tener paciencia. ¿Cuánto puede ahorrar o invertir una persona que gana el sueldo mínimo en este país?
En otro aspecto relevante, los jaguares la Latinoamérica no tiene un sistema de seguridad social, solamente un sistema de pensiones privatizado, en parte, ya que la Asociación de AFP se opone a que exista dicho sistema. Si bien en un inicio creía que el exitoso modelo había sido exportado a más de cien países, la verdad es que fue solamente a 30, de los cuales la gran mayoría realizó una privatización parcial de sus fondos (sistema mixto). De estos 30 países, 18 tuvieron que echar pie atrás debido a los malos resultados, entre ellos el Reino Unido, Rusia, Hungría, y República Checa, donde estos últimos 3 -junto a muchos otros- simplemente finalizaron el sistema de cuentas individuales.
El país de las maravillas está próximo a escribir su nueva constitución, y junto con ella, su nueva historia. Para muchos es un proceso lleno de riesgos e incertidumbre, mientras que para otros es un proceso lleno de esperanza.
Felipe Salce Díaz
M.A. in Economics, académico de Departamento de Ingeniería Comercial UDA