Tokio 2020: recelo público empaña los preparativos a dos meses de la apertura
JUEGOS OLÍMPICOS. Mientras Japón atraviesa la cuarta ola de la pandemia de covid-19, el comité organizador insiste en celebrar la justa deportiva.
Los preparativos para los próximos Juegos Olímpicos Tokio 2020 avanzan en un ambiente enrarecido y de creciente recelo entre el público japonés, mientras el país atraviesa su cuarta ola de covid-19.
A 60 días de la apertura de la justa, prevista para el 23 de julio, el comité organizador trabaja en la última versión de sus guías para participantes, que publicará en junio; debatiendo sobre si habrá público y cuánto, e intentando asegurar los medios y personal médicos suficientes para el evento.
La llegada de decenas de miles de personas al país, que mantiene sus fronteras cerradas en principio a no residentes, está generando preocupación en parte de la población, que teme que la celebración de la cita contribuya a propagar nuevas cepas y presione todavía más su sistema sanitario.
Recelo ciudadano
Un porcentaje cada vez mayor de la población prefiere que Tokio 2020 no se celebre este verano boreal. 40% cree en volver a posponerlo y 43% que debe cancelarse, según un reciente sondeo del diario nipón Asahi.
Los partidarios de seguir adelante, 14 %, se redujeron a la mitad con respecto del mes precedente.
Otro factor que alimenta la desconfianza es la lenta vacunación: solo 5% de la población objetivo recibió al menos una dosis desde febrero.
El objetivo gubernamental de vacunar a los 36 millones de mayores de 65 años para julio se ve muy improbable.
El Comité Olímpico Internacional (COI) estima que 80% de los residentes de la Villa Olímpica llegarán inoculados.
La organización tiene en cuenta tres factores: la reducción de asistentes a menos de la mitad de los 180.000 previstos, la restricción de actividades y movimientos de los participantes, y la revisión de las necesidades médicas, para no impactar al sistema local.
Tokio 2020 estima que necesitará unos 230 médicos y 310 enfermeras al día para cubrir las necesidades de los atletas y busca efectuar hasta 60.000 pruebas PCR diarias.
En paralelo, la comunidad médica nipona también ha llamado a las autoriddes a cancelar los Juegos.