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esta semana, en osorno, el ministro ward enfrentó una protesta de un comité que reclama la demora en la entrega de sus viviendas.
veces las que recibíamos antes de la pandemia. Es un desafío mayor y da cuenta de la primera necesidad que tienen las personas, que ponen a la vivienda como primera prioridad en materia de apoyo por parte del Estado, y es una responsabilidad nuestra, porque si vamos a instalar en la Constitución el acceso universal al techo, claramente hay que modernizar las herramientas en virtud de las cuales el ministerio da respuesta a las solicitudes de las personas. Con la política habitacional actual no da para satisfacer las demandas en materia de soluciones habitacionales. Por eso estamos planteando a través de los programas de arriendo que existen que haya una política integral de arriendo, que complemente, no sustituya, a la política habitacional de entrega de viviendas, que va a seguir siendo prioridad dado el impacto positivo que se genera para las personas y sus familias.
-Asegurar el acceso a techo no necesariamente es concordante con que esa vivienda sea digna.
-Es algo que me importa personalmente y en lo que están comprometidos todos los seremis y todos los directores del Serviu de Chile. Hasta el último funcionario comprende que la dignidad es el componente principal. No sacamos nada garantizando un techo si bajo este no se puede formar una familia y vivir de manera digna. Es el objetivo de nuestra administración y eso es lo que vamos a realizar.
-¿Qué pasa con los comités que llevan muchos años esperando una solución?
-Van a ser la prioridad. Uno de los aspectos interesantes que se han incorporado es que se reconozca la postulación a través de un puntaje especial para las futuras. Si hay en principio hay postulaciones individuales que han sido rechazadas, estas personas van a tener un puntaje adicional. Es razonable, desde le punto de vista de una política pública y es un incentivo para seguir postulando. La prioridad en materia de postulación colectiva por supuesto son los comités organizados formalmente y que se han acercado al ministerio sin saltarse la fila.
-En Estación Central se acaba de inaugurar un proyecto participativo, donde los beneficiarios participaron incluso en el proceso de diseño de sus viviendas. ¿Es factible replicarlo?
-Queremos replicar en todo Chile ese tipo de iniciativas. Cuando existe un proyecto participativo que no se diseña desde una oficina, sino las personas beneficiarias son las que participan del diseño y de la ejecución, se recibe de una forma distinta.
-Hablando de participación, ¿cómo ve el proceso constituyente?
-Estoy muy contento con lo que está pasando. Creo que el Presidente Piñera va a pasar a la historia de Chile, y lo digo consciente de las dificultades que hemos tenido como gobierno, como una autoridad que tomó la decisión de encauzar institucionalmente una crisis que se estaba viviendo. Abrirse a una nueva Constitución, promover un proceso democrático que determinará el futuro en materia constitucional en Chile, fue la decisión correcta. Estaba trabajando con el Presidente desde el ministerio de la Secretaría General de Gobierno cuando tomamos esa decisión y creo que la historia la va a reconocer. Había más de una opción, se eligió el camino de la paz por la vía institucional y hoy solo tenemos oportunidades. El hecho de que, por ejemplo, podamos garantizar el acceso a una vivienda digna en la Constitución habla de lo que está ocurriendo. No hay política más relevante que la de vivienda y todos los chilenos merecen vivir y tener una vivienda digna. Y eso es tanto o más importante como otros derechos que están en la Constitución.
-Ha podido recorrer Chile como ministro. ¿Cuáles cree que son las principales necesidades de la ciudadanía?
-Si entendemos lo que ha ocurrido en Chile en los últimos meses, todos nos damos cuenta de que nadie quiere volver al 17 de octubre de 2019. Con eso me refiero a que nadie quiere volver a una situación en que las desigualdades estaban escondidas. Y lo quiero decir con todas sus letras. Muchos gobiernos han hecho esfuerzos por disminuir la desigualdad en Chile, y creo que se ha avanzado mucho en la reducción de los índices de pobreza, en el acceso a los derechos, que han producido un avance importante para millones de personas, pero no para todos. Lo que queremos es que cuando salga el sol para unos, salga para todos. El 18 de octubre se levantaron legítimas demandas sociales. Lamentablemente algunas personas hasta el día de hoy están interesadas en provocar desórdenes públicos sin defender derechos que la gran mayoría de la gente ha demandado legítimamente a través de manifestaciones.
-¿Cómo cree que ha respondido la clase política? Ha quedado en evidencia la dificultad de ponerse de acuerdo. Incluso entre las mismas coaliciones.
--Yo veo dos fenómenos. Por un lado, sectores políticos que están dispuestos a sentarse a trabajar juntos y también veo fuerzas políticas que lo único que quieren es destruir. Eso se expresó muy bien en el acuerdo del 15 de noviembre (de 2019). Casi todas las fuerzas políticas en Chile fueron capaces de sentarse, pero otros quedaron fuera, se automarginaron, porque lo que querían era que cayera el gobierno, que se interrumpiera un proceso democrático y no querían que se encauzara políticamente la crisis que se estaba viviendo. Yo celebro por ejemplo que más allá de las legítimas diferencias que pueda haber en el Congreso, exista una intención en encauzar democrática y pacíficamente lo que está ocurriendo. La respuesta clásica que dio la política a las demandas ciudadanas no dio el ancho y no me refiero a ningún color político en particular, me refiero que hay desigualdades que no se lograron subsanar con las herramientas consensuadas por los partidos políticos en las últimas décadas. Por eso es que este proceso es muy bienvenido. Va a ser muy útil, por supuesto, incorporar los derechos básicos en la Constitución, pero eso no es garantía absoluta de que finalmente esos se materialicen. Por eso debe haber fórmulas que permitan que se garanticen en la práctica. Que no sea una mera declaración de principios.
-¿No le atrae de ser constituyente?
-Estoy enamorado el servicio público, fascinado con este ministerio. He tenido la suerte de estar en tres ministerios y este que trabaja en la política pública que es la más relevante, ha sido una experiencia muy bonita. Pero es como el fútbol, estamos acá mientras tengamos la confianza del técnico… jeje. Pero tengo mucha esperanza en la labor que se va a realizar en la Convención Constitucional, porque creo que va a determinar la historia de Chile por los próximos 50 años.
-¿Qué siente cuando hay tan baja aprobación del Presidente y del gobierno?
-Me tocó conocer el trabajo del Presidente cuando llegué a La Moneda y no conozco una persona que esté más enamorada de su país que él. Y lo digo porque ya había sido Presidente y frente a una necesidad no sólo de la coalición, sino del país, tomó la decisión de ser candidato por segunda vez. Me consta, porque lo veo de lunes a domingo ocupado y preocupado de lo que ocurre en cada ministerio, y uno puede tener muchas críticas y entender la frustración ciudadana, pero culpar a un gobierno o a una persona de temas que han venido incubándose en la sociedad chilena en los últimos 30, 40 o 50 años, creo que es injusto.
"Estoy enamorado el servicio público, fascinado con este ministerio. He tenido la suerte de estar en tres ministerios y este que trabaja en la política pública que es la más relevante, ha sido una experiencia
muy bonita".
"Si entendemos lo que ha ocurrido en Chile en los últimos meses, todos nos damos cuenta de que nadie quiere volver al 17 de octubre de 2019. Con eso me refiero a que nadie quiere volver a una situación en que las desigualdades estaban escondidas".
"Yo veo dos fenómenos. Por un lado, sectores políticos que están dispuestos a sentarse a trabajar juntos y también veo fuerzas políticas que lo único que quieren es destruir. Eso se expresó muy bien en el acuerdo del 15 de noviembre (2019)".
"Creo que el Presidente Piñera va a pasar a la historia de Chile, y lo digo consciente de las dificultades que hemos tenido como gobierno, como una autoridad que tomó la decisión de encauzar institucionalmente una crisis que se estaba viviendo".