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para valdés, el masivo respaldo a trump corresponde a los votantes que han sufrido los peores efectos de la globalización en estados unidos.
determinante en que perdiera?
-Los números buenos no hacen la felicidad de todos. Es verdad que la Bolsa de Comercio crecía y crecía y Trump se manifestaba feliz por el crecimiento de una economía que iba a parar integro al bolsillo de los más ricos. Los niveles de desigualdad en la distribución del ingreso en los Estados Unidos, que por cierto no son culpa sólo de Trump, han llegado a niveles propios del siglo XIX y eso produce fenómenos de rechazo político y de ira en parte importante de la población. Pero incluso esos buenos números desaparecieron con la pandemia, y Trump no entendió nunca que debía enfrentarla para a su vez recuperar esa economía. Creo que el covid fue importante en su derrota.
-¿Qué opina de la labor de los medios con respecto a Trump, sirvieron de control al poder o no tanto?
-Hay muchos medios que han sido heroicos en la resistencia a la presión ejercida por Trump. No es fácil para los medios ser injuriados diariamente por el Presidente de Estados Unidos y en ese sentido el nivel de independencia que demostraron diarios como "The New York Times", "The Washington Post" o la propia "CNN" fue a mi juicio admirable. Al contrario, algunas redes sociales no fueron capaces o no se interesaron en limitar la circulación de mentiras y visiones conspirativas, algunas simplemente demenciales, que están consolidando en algunos lugares de los Estados Unidos fuerzas con tendencias claramente racistas y fascistas.
-La prioridad para Biden debería ser la pandemia. ¿Qué otros aspectos cree usted que él debería considerar?
-De tener mayoría en el Senado, cosa que veo difícil, Biden va a lanzar simultáneamente la lucha contra la pandemia -para la cual contará probablemente con la vacuna- junto a un vasto programa de reactivación económica mediante inversiones de centenares de billones de dólares en obras públicas y en apoyo a los gobiernos estaduales, empleos y pequeña y mediana empresa. Ha propuesto aumentar los impuestos a las grandes empresas para financiar una inversión en una infraestructura que está enormemente deteriorada. De no tener mayoría en el Senado, Biden se verá obligado a negociar con los republicanos, cosa que hoy parece inimaginable, pero en lo que puede ayudar la personalidad y experiencia de un Presidente electo que fue senador por muchas décadas. En todo caso la tarea que le espera es muy difícil.
-¿Volverá a tener una mayor importancia la presencia internacional estadounidense como potencia dialogante bajo Biden?
-No cabe duda. Biden ya ha anunciado para este otro año una cumbre internacional para enfrentar conjuntamente el drama del cambio climático y la lucha contra las pestes. Lo primero que hará será volver al Acuerdo de Paris sobre el clima y muy probablemente repondrá la presencia de Estados Unidos en la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y restablecerá la dinámica de diálogo sobre el tema nuclear con Irán, entre muchas otras cosas. La miopía de pensar que los problemas globales se resuelven mediante el Twitter o a solas, que caracterizó a Trump, se verá erradicada bajo Biden.
-¿Es mejor Biden que Trump desde el punto de vista de los países latinoamericanos, por ejemplo?
-No me cabe duda de ninguna especie. Con Trump sólo cabe la aquiescencia y el doblegamiento de países que sienten debilidad ante Washington y cuyos presidentes solo se dedican a adivinar las intenciones de los textos de 280 caracteres que emite el Presidente. Esa no es una relación seria. Con Biden habrá una política de relación de Estados Unidos con América Latina. Habrá bases sobre las cuales discutir y cooperar. Pienso que lo principal es que habrá respeto.
-¿En qué situación queda la sociedad y la institucionalidad política estadounidense después de Trump?
-Cada día que pasa sin que Trump reconozca la victoria de Biden es un saco más de peso en las espaldas de las instituciones de los Estados Unidos. Tienen las espaldas grandes, pero hay un momento en que algo se puede quebrar. El juego es muy peligroso y las democracias son frágiles. La tarea de Biden no será solo la de confección de políticas ante la pandemia y la crisis económica. Debe atender a los intangibles de la confianza, la solidaridad y la fe en que el país puede salir bien de este trance.
Chicago boys
Por supuesto, el influjo estadounidense no es únicamente gubernamental y Valdés recupera ahora en castellano un estudio suyo (nacido como su tesis doctoral, luego publicada como libro en inglés por Cambridge University Press y ahora traducido) en que da cuenta de cómo funcionó la Escuela de Chicago en nuestro país.
En "Los economistas de Pinochet" (FCE, 2020) refiere la historia de la transformación económica chilena bajo el influjo de los llamados Chicago Boys en un proceso que nace en 1955, cuando el Departamento de Economía de la Universidad de Chicago, con el apoyo de fondos de ayuda de los Estados Unidos, lanzó su "Proyecto Chile", una colaboración universitaria con la Universidad Católica para establecer en el país un departamento de economía moderno y formar a estudiantes nacionales en Chicago.
-La influencia estadounidense no es únicamente estatal y usted analizó la forma en que la Escuela de Chicago entró en el mundo económico y político chileno. ¿Por qué decidió estudiar ese tema en su libro?
-Desde adolescente me fascinó la relación del imperio americano y América Latina. Tuve un padre que me enseñó muchísimo sobre ese tema y vi como esa sociedad abierta y democrática, pero a la vez imperial, buscaba construir una América Latina a su imagen y semejanza. El progreso era ser como ellos. Esa fue la razón por la que esa transferencia organizada y deliberada de ideas económicas entre Chicago y Santiago de Chile -a través de la Universidad Católica- me fascinó y me llevó a dedicar años a ese libro.
-¿Por qué se enfocó en esa etapa de preparación más que en la implementación propiamente tal?
-Me interesó cómo se verificaba la influencia norteamericana, cómo se llevaba a cabo, quiénes participaban en ella, qué era lo que había facilitado que los Chicago Boys hubiesen reproducido con tanta fidelidad una visión dogmática de "ciencia económica" que estaba fuera de lo que se consideraba posible en Chile, y finalmente cómo sólo pudieron imponerla mediante la fuerza.
-Esta edición agrega unas cartas entre Robert Alexander y Milton Friedman de 1997 sobre su libro. Según comenta Friedman, usted habla mucho de los costos sociales de las políticas adoptadas por los Chicago Boys, sin indicar qué políticas alternativas hubieran evitado estos costos sociales. ¿Existían esas políticas?
-La globalización extendió el neoliberalismo por el mundo y no se me ocurre otra parte en que el economicismo se aplicara mediante una dictadura brutal o sin consideración alguna de las consecuencias sociales que producía. La idea de apoderarse de Chile para realizar un experimento económico radical -mientras el resto de las variables estaban suspendidas por un régimen de terror de Estado- sólo ocurrió en Chile. La liberalización económica podría haberse llevado a cabo de muy distintas maneras. Friedman es finalmente el primer depositario de su dogmatismo.
-Sostiene en la nueva introducción que el triunfo del mercado por sobre la política, una de los postulados de la Escuela de Chicago, estaban en la base del estallido social de octubre de 2019.
-El neoliberalismo está en retirada. La creciente conjunción de crisis globales, desde el cambio climático a la pandemia, hace inviable el gobierno del mercado. La brutal desigualdad que se ha expandido por el mundo entero hace imposible continuar manteniendo la paz social y política en un marco de gobierno del mercado. La ola viene de vuelta. ¿Cómo mantener vivas y reorganizar las democracias con un Estado más fuerte y conductor sin ser arrastrados al populismo? Esa es hoy la pregunta fundamental. El neoliberalismo no tiene cabida en el debate más que por las enormes consecuencias sociales que desató.
"De no tener mayoría en el Senado, Biden se verá obligado a negociar con los republicanos, cosa que hoy parece inimaginable, pero en lo que puede ayudar la personalidad y experiencia de un Presidente electo que fue senador por muchas décadas".
"El neoliberalismo está en retirada.
La creciente conjunción de crisis globales, la brutal desigualdad que se ha expandido por el mundo entero hace imposible continuar manteniendo la paz social y política en un marco de gobierno del mercado. La ola viene de vuelta".