Donald Trump: "Biden convertirá este país en un campo de detención"
ELECCIONES. Durante el último día antes de los comicios de hoy el presidente que busca la reelección participó en cinco mitines entre Carolina del Norte y Wisconsin.
Donald Trump prendió fuego al mundo político de Estados Unidos en 2016 y espera que el mismo mensaje que le entregó entonces la Casa Blanca le otorgue ahora una reelección, un segundo mandato sin cambiar de programa y a pesar del desgaste derivado de la pandemia.
El presidente estadounidense se ha guiado casi toda su vida por la necesidad de aprobación: la de su padre, la del mundo de los negocios de Nueva York, y más adelante, la de todo Estados Unidos.
Cuatro años después de sorprender al mundo con su asombrosa victoria electoral, Trump quiere volver a sentir el calor de los estadounidenses, pero se asoma al día de las elecciones mucho menos seguro de su victoria que a principios de este año, cuando confiaba en ir a remolque del buen desempeño de la economía.
Desgastado por la cifra astronómica de muertes por covid-19, la peor crisis económica del país desde la Gran Depresión y un movimiento popular contra la injusticia racial, Trump ha sentado las bases para cuestionar el resultado de las elecciones si no lo favorece, lo que podría desatar más violencia.
Contra la máquina
A la hora de convencer a los votantes, el mandatario se ha encomendado a la misma estrategia electoral que le funcionó en 2016, la de perfilarse como un enemigo del aparato político.
Poco importa que Trump sea ahora quien encabeza buena parte de ese aparato: en su imaginario y en el de sus seguidores, el supuesto "Estado profundo" siempre ha estado controlado por la oposición y sus presuntos "infiltrados" en la burocracia del Gobierno, y tiene lazos con su rival, el exvicepresidente demócrata Joe Biden.
"Hemos pasado los últimos cuatro años reparando el daño que Joe Biden infligió en los últimos 47 años (de su carrera política)", aseguró Trump durante su discurso ante la Convención Nacional Republicana. También ha esparcido la idea de que el voto por correo podría propiciar un fraude y el mes pasado generó total incertidumbre al no garantizar una transición pacífica en caso de perder.
"Biden convertirá a este país en un campo de detención donde ustedes tendrán que estar confinados a sus casas mientras los amotinados ultraizquierdistas quedarán libres para saquear y quemar", exclamó al cerrar su campaña mientras protagonizaba un maratón de cinco mitines en el día previo a los comicios.
9 millones de personas