Expertos proyectan mayor participación electoral, pero no al nivel del plebiscito de 1988
VOTACIÓN. El contexto de pandemia y el voto voluntario son factores que pueden afectar la afluencia de votantes, pero la relevancia de este proceso supone una oportunidad para repolitizar y renovar el electorado.
Faltando dos días para el Plebiscito Nacional de este domingo 25 de octubre, instancia donde los chilenos podrán decidir si quieren o no una Nueva Constitución, y de ser así, determinar cómo será el mecanismo de redacción de la nueva carta fundamental, surge la interrogante respecto a cuántos atacameños dirán presente y participarán de esta histórica votación.
Y es que al observar las estadísticas de participación electoral, tomando como parámetro de comparación el Plebiscito de 1988, que puso fin a la dictadura militar, y las elecciones presidenciales venideras (las más importantes del orden democrático del país) desde 1989 en adelante, la Región de Atacama ha experimentado una baja sostenida en cuanto a las personas que deciden ejercer su derecho a voto.
Dicha situación, que se tornó aún más delicada con la implementación de la inscripción automática y el voto voluntario en 2012, puesto que si bien aumentó el padrón electoral, el número de electores que acudieron efectivamente a las urnas disminuyó aún más, registrándose así mínimos históricos de participación que de hecho bajaron del 50%.
En efecto, la más baja participación en Atacama se registró en la segunda vuelta presidencial de los comicios realizados en 2013, donde apenas un 36,4% del electorado regional fue a votar. Allí fue electa la presidenta Michelle Bachelet, quien venció en el balotaje a la candidata Evelyn Matthei.
Un fuerte contraste si se compara con la participación electoral de 1988, en dicha instancia, un 96,8% de los electores atacameños ejercieron su derecho a voto para decirle en forma mayoritaria "No" a la continuidad de la junta militar encabezada por el general Augusto Pinochet.
Con estos antecedentes sobre la mesa, El Diario de Atacama estableció contacto con un historiador y un cientista político para consultar sus proyecciones de participación electoral respecto a la votación de este domingo, considerando la relevancia histórica de este proceso y el contexto de pandemia que ya dilató los comicios que tenían como fecha original el pasado 26 de abril. Además, la directora regional del Servel se refirió a las diferencias que tiene este proceso "sin rostro" de otro tipo de elecciones, ya sea presidenciales, o parlamentarias.
Participación electoral
Respecto al tema, el doctor en Historia, Guillermo Cortés, que es a su vez director del Museo Regional y miembro del Grupo de Estudios de Atacama (GEA), explicó que "si esta pregunta hubiese sido hecha durante las manifestaciones del 18 de octubre y los meses venideros, yo habría pensado que iba a haber una altísima participación. Pero en el contexto de covid que estamos viviendo, lo más probable es que la participación pueda ser más alta de la que hemos vivido en los años anteriores, pero no va a ser mayoritaria como el plebiscito de 1988, cercana al 97%, no va a llegar a ese número".
Cortés fundamentó su respuesta en base al hecho que "hay gente que definitivamente no va a poder participar, adultos mayores y gente contagiada de covid, desde ahí podemos pensar que la participación puede ser no tan mayoritaria como pensamos".
Por su parte, el profesor Claudio Fuentes, perteneciente a la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales (UDP)y que a su vez es doctor en Ciencia Política de la Universidad de Carolina del Norte, estimó que "por la sensación térmica que hay, va a ir más de lo que ha ido a las elecciones presidenciales, eso es cerca de un 50%, quizás un poco más, pero no sabemos cuánta gente va a ir a votar".
En esa línea, Fuentes expuso que el efecto de la pandemia afectará sobretodo a "los adultos mayores, yo creo que se sienten más atemorizados de salir". Sin embargo, el académico de la UDP sostuvo que "ahí se compensan algunos elementos, hay ganas de salir y los jóvenes están más entusiasmados, entonces, vamos a ver cómo se comporta el electorado".
Los expertos también apuntaron sus dardos a la inscripción automática y el voto voluntario, que se implementó a contar del año 2012. "Se le hace un flaco favor a las instituciones republicanas y a la democracia chilena", sentenció Cortés, puesto que a su juicio "desde ese momento hasta ahora esa participación claramente ha ido decayendo".
El cientista político en tanto, señaló que "la participación electoral ha venido cayendo desde el año 90 en adelante, de a poco, pero se intensificó después del 2012, con la definición del voto voluntario". De paso, Fuentes describió el perfil del electorado que ha concurrido a urnas en los últimos años.
"Hay un universo de gente que tiende a votar, que son más o menos siete millones de electores, ese es el núcleo que ha tendido a votar, que son gente adulta mayor, o gente mayor de 50 años, que participó en el plebiscito del 88, ese es el perfil de la gente que más vota", dijo. Agregó que esto va en línea con lo que sucedía hasta hace unos pocos años en el país, donde había "un ciclo en Chile de despolitización, donde la gente no le interesaba ir a votar".
Sin embargo, atendiendo a la importancia de la elección en la que están inscritos un total de 240 mil 767 atacameños, el doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Carolina del Norte estima que el plebiscito supone una oportunidad para renovar y repolitizar al electorado nacional.
"La experiencia de otros países muestra que efectivamente el fenómeno que implica momentos como un plebiscito, tienden a repolitizar y reinteresar a la gente en cómo funciona la democracia, eso es lo que tiende a pasar con este tipo de fenómenos, y renovar el compromiso de la gente que vota", dijo Fuentes, quien instó a "que la gente vaya a votar,