Reubicarán las casas emplazadas en zonas de riesgo de tomas costeras
PROCESO. Bienes Nacionales trabaja en conjunto con el Minvu y la Onemi para identificar las construcciones más expuestas a eventuales desastres naturales y entregarles soluciones a quienes habitan normalmente o tienen segundas viviendas.
Con el objetivo de hacer un recorrido de prevención y seguridad por el borde costero de Atacama, en el contexto de los sismos que se produjeron la madrugada del martes en la región a partir del temblor de magnitud 7 en la escala de Richter, el ministro de Bienes Nacionales, Julio Isamit, visitó la zona para verificar los sectores de riesgo ya que "la ocupación ilegal del borde costero debido a su precariedad presenta una exposición mucho mayor a riesgo, son zonas que no están planificadas (...) Así como Bienes Nacionales tiene que avanzar en la normalización de estas ocupaciones, es importante la colaboración con otras instituciones como Onemi para que las personas estén en zonas de seguridad", expresó Isamit.
Son 6.500 ocupaciones aproximadamente las que se emplazan en el borde costero de Atacama, algunas de las cuales están dentro de las zonas de riesgo y deberán ser reubicadas. En ese sentido el secretario de Estado indicó que "estamos trabajando con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y Onemi en esta materia (...) no sería justo darles una falsa tranquilidad a las personas de la casa propia o el terreno propio si no son zonas seguras donde puedan estar ellos y sus familia". Sin embargo, aún no se define cuántas casas serían reubicadas.
Línea de seguridad
En ese sentido, el director regional de la Onemi, Javier Sáez, señaló que la línea de seguridad del borde costero en Atacama "es la cota 30, es decir 30 metros sobre el nivel del mar, es la línea de seguridad definida internacionalmente (...) Bienes Nacionales está trabajando en ese proceso con las personas que habitan el lugar, eventualmente para poder estudiar, reubicar y encontrar soluciones viables para las personas que están habitando permanentemente y otras que aparentemente están utilizando como segundas viviendas".
Agregando que "hemos hecho un trabajo el último par de años con los municipios en el borde costero, definiendo vías de evacuación, puntos de encuentro, líneas de seguridad considerando que la gente está viviendo ahí y en el verano la gente va a esos lugares, y frente a eso lo que tenemos que hacer es generar una cultura en que las personas conozcan aquellos lugares que son un riesgo y saber hacia dónde deben evacuar en caso un eventual tsunami posterior a un sismo".
Por su parte, el geógrafo Marcelo Lagos explicó el riesgo al que se exponen las personas que habitan el borde costero ejemplificando lo ocurrido con el tsunami de Japón el año 2011, cuando tras 23 horas del fenómeno, numerosas casas de la localidad de Puerto Viejo en Caldera resultaron inundadas.
"Aquí podrían ocurrir eventos sobre 8, sin ningún problema. La inundación podría alcanzar sin ningún problema la cota 10 metros o superior", advirtió en el noticiero 24 horas.
No obstante, el geólogo y académico de la Universidad de Chile, Gabriel Easton, enfatizó que "los sismos no se pueden predecir, lo único que queda es efectivamente estar mejor preparados y conocer las lagunas y brechas sísmicas, y ver qué podemos esperar en función de lo que ha ocurrido en el pasado, lo que ha pasado en esta semana fue un sismo