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máquina, mirando la experiencia internacional y en colaboración con el Ejecutivo y el Legislativo.
-Han sido días movidos para usted. ¿Por qué hay aparentemente tantos asuntos pendientes tan cerca de la votación que se aproxima?
-Lo inédito del plebiscito hace que sea un tema de regulación totalmente nueva, pero lo más importante, la pandemia del covid-19 nos ha planteado desafíos adicionales, que impactan en lo presupuestario, adquisiciones y medidas de seguridad para que todos y todas podamos elegir el país que queremos en un contexto participativo y seguro.
-¿Es por la especificidad y minuciosidad de nuestra normativa electoral que se requiere una reforma constitucional para facilitar las regulaciones del Servel al respecto?
-Se requieren normas especiales, ya que este plebiscito no estaba contemplado en la Constitución, y se tuvo que incorporar en el capítulo XV. Tenemos un escenario nuevo, que plantea desafíos, pues el sistema electoral es fuertemente regulado y eso es una garantía para la ciudadanía de que existe un procedimiento preestablecido con las reglas del juego claras. Chile tiene tradición de elecciones impecables, sin sorpresas ni problemas posteriores. Nuestro deber como órgano autónomo constitucional es velar que eso siga siendo así. Tenemos que cuidar algo que es considerado internacionalmente como uno de los patrimonios de nuestro país.
-¿Es esa ampliación de la potestad reglamentaria del Servel la mejor y más rápida opción?, ¿qué medidas permitirá tomar sin necesidad de cambios en la ley electoral?
-Las nuevas facultades del Servel, en contexto de pandemia, son necesarias. La pandemia es dinámica y hay decisiones que se deben tomar de forma rápida y eficiente. Ahora podremos establecer un protocolo sanitario (en colaboración con el Ministerio de Salud), ampliación en el horario de votación, coordinar de mejor forma a otras organizaciones que colaboran en el proceso, e incluso detalles que cambiarán la dinámica de votación a la que estábamos acostumbrados el día en que asistíamos a los locales de votación; y ahí es clave el rol de la ciudadanía en colaborar y cuidarse.
-¿Cómo se garantizará el derecho a voto de las personas que están contagiadas con coronavirus y las que estarán haciendo cuarentena preventiva durante la elección? ¿Existen pautas al respecto?
-Eso es algo que se está evaluando conforme el avance de las personas con covid-19 positivo, se están analizando posibilidades y conversando de forma ampliada con instituciones y actores sociales. Es una decisión que deberá ser tomada en el momento oportuno. Lo importante es que es un tema en el cual se está trabajando y que se está analizando.
-¿Podría haber mesas diferenciadas para ellos, por ejemplo; u horarios especiales para los grupos de riesgo?, ¿se podría, como se está haciendo en los restaurantes, limitar el total de personas o el número de mesas en ciertos espacios?
-Se están evaluando las formas de limitar el aforo o la capacidad de personas al interior de los locales de votación, por eso es clave la colaboración del electorado, que puedan ir a votar con serenidad, con sus mascarillas y alcohol gel, y ojalá que no se concentren en un solo rango horario. Las demás medidas están en evaluación para lograr un pleno respeto a los Derechos Fundamentales. La situación de los pacientes con covid-19 es algo que nos preocupa, por eso nos hacemos asesorar con órganos técnicos en la materia.
-¿Todo eso lo determinaría el Servel o el Ministerio de Salud?
-Se determinará a través de un trabajo conjunto, la colaboración es importante en estos asuntos, ya que es un tema de varias dimensiones. Esperamos una alta participación y la ciudadanía debería tener tranquilidad y respetar estrictamente el día 25 de octubre las medidas de cuidado personal y distancia física que la autoridad sanitaria ha dispuesto.
-¿Por qué no es viable la propuesta de dos días en vez de uno para la votación, lo que solucionaría algunos de estos problemas?
-La experiencia comparada nos muestra que la inmensa mayoría de los países (95%) votan en un día. Eso también es una garantía para la ciudadanía de que tendrán resultados sin que se caiga en suspicacias sobre la custodia de 90.000 urnas durante toda una noche. Además, parecía excesivo someter a más de 350.000 personas, entre las que se cuentan los vocales de mesa, los encargados de local, los funcionarios electorales, personal de Fuerzas Armadas y Carabineros y otros, a dos días o más de funciones en la situación en que estamos. Fue una propuesta que levantamos para análisis, se analizó y no resulta conveniente. La confianza ciudadana es una prioridad para el Servel y la cuidaremos como tradicionalmente lo hemos hecho.
-Un sistema de votación remoto, como voto postal o por internet, ¿le parece que sería una opción o lo desestima?
-Se desestima, pues nuestra Constitución es clara en su Artículo 15: "En las votaciones populares, el sufragio será personal, igualitario, secreto y voluntario". El secreto es un asunto que se consagra en la Declaración de Derechos Humanos y otras declaraciones de Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, como el Pacto de San José de Costa Rica y, por ende, es algo que el Servicio Electoral trata con mucha rigurosidad.
-¿Cuáles son los problemas que suscita la autonomía presupuestaria del Servel ante los gastos que suponen las nuevas condiciones y las medidas sanitarias para la realización del plebiscito?, ¿de qué orden de magnitud serían estos gastos extras?
-La autonomía presupuestaria la tenemos establecida en la Constitución y eso se debe respetar. La magnitud de los gastos extras se está evaluando en la medida que se están haciendo contrataciones a la que nos ha obligado la pandemia, pero garantizamos que se tendrán kits sanitarios y una buena campaña comunicacional para fomentar la participación y un voto más seguro.
-Ahora bien, no todo se debe a la pandemia. De haberse hecho en abril el plebiscito, ¿existían normas para regular el financiamiento de campañas y el límite a los gastos electorales?
-Ese fue un tema que quedó excluido de la primera reforma constitucional. Desde el Servel hemos hecho oportunamente las propuestas para corregir esa omisión, y esperamos la colaboración del Ejecutivo y Legislativo para dar solución y tranquilidad en este punto. De todos modos, creemos que acá aplican principios generales como la prohibición de aportes y donaciones por parte de empresas y personas jurídicas, como asimismo que tengan origen extranjero.
-En teoría, para esta votación, ¿deberían regir las mismas normas que actualmente rigen para otras campañas en cuanto a financiamiento y límite de gastos? ¿Se pretende que así sea ahora?
-Vamos a fiscalizar desde el punto de vista de la Ley 18.603, de Partidos Políticos, y además estaremos atentos, por ejemplo, a las campañas en Redes Sociales. Pero se necesita una regulación legal que nosotros hemos propuesto.
"Nosotros organizamos elecciones para la totalidad de los habilitados para sufragar y los incentivamos a hacerlo siguiendo las medidas de cuidado personal".
"La magnitud de los gastos extra se está evaluando, pero garantizamos que se tendrán kits sanitarios y una buena campaña comunicacional para fomentar la participación y un voto más seguro".