Masivo retorno de europeos a sus países por temor a nueva ola de covid-19
PANDEMIA. Francia superó el umbral de los 3.000 contagios diarios y otros países confirman la escalada.
Efe
Miles de europeos que se encontraban fuera de sus países, sobre todo por turismo, están tratando de regresar apresuradamente ante el aumento notable de casos de covid-19 y las medidas restrictivas, sobre todo de cuarentena, impuestas por diversos gobiernos para intentar frenar lo que parece una nueva ola generalizada de la pandemia.
Países como Francia, Reino Unido, Alemania o España son algunos de los más afectados por las nuevas medidas, que pueden generar un movimiento masivo de personas, muchas de las cuales habían decidido desplazarse a pasar unos días de vacaciones y ahora temen quedarse confinadas en su lugar de destino, o bien soportar una cuarentena estricta a su regreso a casa.
El temor a una segunda ola de la pandemia de covid-19 crece en Europa ante el alza de casos en esos países, que en los últimos días tienen un ritmo de expansión del virus por encima de los mil positivos cada 24 horas.
Los datos publicados ayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación con la evolución de la pandemia no invitan en absoluto al optimismo.
De acuerdo con la OMS, los casos en el planeta alcanzaron hoy la cifra de los 20,9 millones, mientras que los fallecidos son 760.774. En las 24 horas previas al reporte de ayer se registraron en el mundo 286.000 nuevos casos, cifra que se aproxima al máximo registrado el 1 de agosto (297.000), pero preocupa la cifra de nuevos fallecidos notificados, que podrían superar la barrera de los 10.000.
Miles de británicos
La decisión del Reino Unido de imponer una cuarentena obligatoria a todos los ciudadanos procedentes de Francia ha generado que miles de turistas británicos hayan adelantado el regreso de sus vacaciones para evitar la medida, que entró ayer en vigor.
Ahora cualquier persona que provenga de Francia tendrá que guardar una cuarentena de 14 días, una medida que también se aplica a los viajeros que regresen o visiten el Reino Unido desde los Países Bajos, Mónaco, Malta, las islas de Turcos y Caicos y Aruba.
El ministerio británico de Salud comunicó ayer 1.012 nuevas infecciones, frente a los 1.441 positivos en 24 horas de la jornada anterior. Hubo además tres fallecidos, con lo que las muertes suman 41.361 y los contagios se acercaban a los 320.000.
Las autoridades francesas han expresado su malestar por las medidas adoptadas por el Gobierno británico y ya han manifestado que actuarán "rápidamente" y con criterios "de reciprocidad", cuyo contenido y forma se están estudiando, indicó la cancillería francesa.
A corto plazo, las restricciones impuestas por Londres van a perjudicar en primer lugar al sector turístico francés, que se va a ver privado el resto del verano de buena parte de los visitantes británicos, sabiendo que justo cuando se anunció la cuarentena había unos 160.000 en Francia.
Sin embargo, Francia superó ayer el umbral de los 3.000 contagios en un solo día (3.310), lo que confirma la escalada esta semana de la epidemia, con 252 focos activos.
Bélgica podría sumarse
Ahora el riesgo podría venir de Bélgica, que ya recomienda a las personas que llegan de una veintena del centenar de los departamentos franceses (incluidos los de la región de París) que guarden una cuarentena y se hagan el test del coronavirus.
Todo ello podría conducir a una situación perversa en la que la mezcla de prevención, restricción y desconfianza desembocaría en la práctica paralización del sector turístico en plena temporada estival en Europa.
Grecia y los albaneses
Mientras tanto, miles de albaneses permanecen bloqueados en condiciones precarias en la frontera con Grecia, a la espera de entrar al país vecino, que a partir de la próxima semana restringirá las entradas por vía terrestre con el fin de evitar la propagación del coronavirus.
La mayoría de los afectados son emigrantes albaneses que se apresuran a regresar a Grecia para trabajar tras pasar las vacaciones en su país natal, que sufre una nueva ola de infecciones, y poder evitar así las nuevas reglas que entrarán en vigor en Grecia.