En su cuenta oficial de Twitter, el académico e investigador del Centro de Nanotecnología Aplicada de la Universidad Mayor, Rafael González, publicó un análisis del impacto del COVID-19 en la macrozona norte de Chile (regiones de Arica y Parinacota a Coquimbo), señalando que si se considera dicho territorio como un país, tendría el puesto número 11 con mayor cantidad de muertes asociadas a la pandemia, con 1.045 fallecidos entre confirmados y sospechosos, equivalentes a 42,17 decesos por cada 100 mil habitantes, según la información entregada en los informes epidemiológicos del Ministerio de Salud (Minsal). Igualmente, los datos del Minsal muestran que en el caso de Atacama, la cantidad de muertes asociadas al nuevo coronavirus subió de 42 a 55 en una semana (30 de julio al 6 de agosto).

Sobre las conclusiones de su comparación, el investigador señaló que en el número de muertes se evidencia el resultado de la pandemia 'a posteriori'.

González dijo que "el trabajo que hace el DEIS (Departamento de Estadísticas e Información en Salud) a partir de los certificados de defunción y el trabajo estadístico es triste pero consistente (...) Una de las señales de que se está teniendo un control (de la crisis sanitaria), si no se ve en la curva de casos, es en la curva de fallecidos, esa es una señal de que se va hacia abajo. Pero lo que se ve en el norte es un altiplano".

El investigador sostuvo que "las cuarentenas se han tomado tarde en todo Chile, las medidas de cuarentena se toman cuando los indicadores están muy fuera de control".Al ser consultado por la incidencia de factores como la minería, actividad que está presente en la zona norte y que en Atacama se le atribuye la mayor parte de contagios, el académico de la Universidad Mayor dijo que efectivamente "en las ciudades con mayor cantidad de rotación de personas se están manteniendo altos los contagios".

Comparación con el sur

Haciendo una comparativa entre la cantidad de decesos por cada 100 mil habitantes de las macrozonas norte y sur, la diferencia entre ambos territorios es notable. Esto porque la cantidad de muertes en las regiones de La Araucanía hasta Magallanes y La Antártica chilena asociadas a la pandemia es de 439; lo que equivale a 16,9 por cada 100 mil habitantes, menos de la mitad de la tasa de mortalidad de la macrozona norte.

Sobre la diferencia en el impacto de la crisis sanitaria en las zonas norte y sur, el académico del Centro de Nanotecnología aplicada de la Universidad Mayor, comentó que "están bien marcadas las diferencias entre las macrozonas, la población se asenta donde hay flujos de agua y en el norte hay un factor común, el Desierto de Atacama, que limita la cantidad de territorio donde la gente puede habitar", lo que provoca más cercanía y por ende favorece la expansión del virus. Un fenónemo que González, indicó, se repite en Australia, donde la gente vive en sectores cercanos a la costa, ya que el clima hace inhabitable la zona norte de ese país.