El 2 de julio de 2019 ocurrió uno de los eventos naturales más esperados de las últimas décadas que tuvo a Atacama como epicentro. Personas de diversas partes del país y del mundo llegaron hasta la región, la mayoría de la Provincia del Huasco en localidades como Cachiyuyo o Incahuasi, en donde el eclipse solar cautivó a grandes y chicos.

El Diario de Atacama realizó un cobertura nunca antes vista para un medio escrito en la región, trasladando a gran parte de su equipo periodístico a la Provincia del Huasco para llevar cada uno de los detalles de este fenómenos que no se repetirán en más de 100 años. Además, el resto de los profesionales de este medio cubrieron los entretelones del evento en la capital regional y Chañaral, en una gran muestra de profesionalismo.

Sin dudas, el eclipse significó volver a colocar a Atacama en el mapa turístico, además de dar paso al desarrollo astronómico que se prometió, pero del cual aún no se ven proyecciones, ya que los eventos que han ocurrido desde octubre han retrasado todo proceso.

Cerca de 50 mil personas llegaron a Atacama para disfrutar del eclipse, porque como tituló El Diario de Atacama el miércoles 3 de julio "La oscuridad nunca cautivó tanto".

Uno de los eventos que llamó más la atención durante el 2017 fue la aparición del Desierto Florido más grande que se ha visto en la región. Miles de turistas llegaron a la zona para poder disfrutar de una de las maravillas de la naturaleza.

El fenómeno además llamó la atención a nivel mundial, ya que diversos medios reportearon y llevaron información sobre el evento.

Las fuertes lluvias que se vieron ese año, incluido un aluvión que preocupó a la comunidad, provocaron que el fenómeno se presentara con mayor fuerza. Algo que se podría dar este año nuevamente, considerando las precipitaciones que se dieron hace unas semanas en la Provincia del Huasco.

Pero no todo fue "color de rosa" ya que el 23 de agosto llegó al Desierto Florido el candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera, quien fue duramente criticado por fotografiarse en sectores no permitidos, además de aterrizar un avión en el lugar.