Atacama, zona de sacrificio
Señor director: 100 días… tan solo 100 días han bastado para poner de cabeza a un gobierno tanto a nivel nacional como regional. Según las últimas estadísticas, somos una región de 286.168 habitantes y en estos 100 días de pandemia contamos con más de 800 contagiados de covid-19, esto es algo así como el 0,3 % de la población de nuestra región.
La prognosis se aleja cada vez más de lo positivo y sabemos que la posibilidad de obtener la trazabilidad se hace cada vez más compleja. Es sabido que somos una región mayoritariamente minera y aunque eso no se refleje en la calidad de nuestros servicios (tales como los hospitales) ni en la infraestructura de los edificios públicos y de los espacios de esparcimiento con que contamos, proveemos y aportamos las ganancias de la exportación del cobre a la alicaída economía nacional. Es esta la navaja de doble filo con la que hoy estamos siendo mirados los y las habitantes de la III región y lo que a la vez nos convierte en ciudadanos y ciudadanas de una zona de sacrificio en la que, para las autoridades, nuestro bienestar es prescindible frente al bienestar del modelo económico, siendo incapaces de percibir y procesar las necesidades de los habitantes de la región y el país.
Existe un miedo que se puede percibir en los ojos de las personas que caminan sonámbulamente por las calles de la ciudad, de entre los que destacan aquellos que salen en busca de el sustento diario para llevar a sus hogares, porque esta pandemia ha dejado en evidencia que no somos "los jaguares de Latinoamérica", sino más bien un pueblo con una inestable billetera, con contratos de trabajo en el mejor de los casos " sujetos a modificaciones", con leyes laborales que no protegen a los trabajadores y trabajadoras, reales afectados y necesitados de protección en este momento de incertidumbre, sino que a los empleadores que, en muchos de los casos, son grandes empresas. Otros salen a las calles desafiando un enemigo que ven como lejano, casi de película, contribuyendo a la propagación de esta pandemia que nos tiene en un estado de suspensión animada, en el que vemos pasar el cansancio y la fatiga laboral a manos del teletrabajo, además de una presión autoimpuesta de "producir" y justificar nuestro sueldo, ya que inconscientemente tenemos el miedo de ser desvinculados por "necesidades de la empresa".
En este contexto se hace imperativo que las autoridades regionales puedan pronunciarse eficiente y eficazmente frente a nuestro sentir. Conocemos y sabemos lo que involucra la imposición de una cuarentena total en una región, pero ¿que están esperando? ¿qué espera este gobierno? Y principalmente que ¿que esperamos para volver a despertar? ¿esperamos solamente la cuarentena como medida oficial que permita salvaguardar nuestra salud y la de nuestras familias? ¿será acaso que el autocuidado y la capacidad de empoderarnos está siendo disminuida por el temor a perder nuestras fuentes de trabajo y nos olvidamos de nuestros derechos como trabajadores y trabajadoras? ¿qué estamos esperando para declarar una huelga si las autoridades de turno no decretan una cuarentena?
Parece que el gobierno espera la muerte de más habitantes de la región para recién problematizar esta realidad. Hasta la fecha solo tenemos soluciones inútiles, un toque de queda que diariamente entrega cifras de ciudadanos y ciudadanas que, en unos casos por necesidad y en otros sin razón aparente, no lo respetan ¿acaso las autoridades carecen de aquella característica propia de las ciencias sociales con la que predecir algunas conductas? ¿No les parece obvio que el bajo porcentaje de aprobación hacia el gobierno nacional y regional, sumado al incumplimiento de sus propias normativas impuestas (distanciamiento social, uso de mascarillas, etc.) llevan a los y las ciudadanas a conectarse con su oposicionismo y refractariedad hacia la norma? La única salida real a esta situación es la adopción de medidas concretas, efectivas y firmes, que nos pongan como prioridad en la agenda político-social.
Izquierda Libertaria Sección Atacama
La ocasión la pintan calva
Considerando la gran molestia de parlamentarios y la tensión en la relación entre el Congreso y La Moneda, que ha causado el anuncio del Presidente Piñera, de reunir a un grupo de expertos para que estudie el reglamento interno del Congreso, no sería mala idea, aprovechando el impulso, y para que se molesten una vez y no varias, que además el Presidente Piñera incluyera, un acabado estudio, que tanta falta hace, los hechos así lo demuestran, con respecto a las exiguas exigencias que deben cumplir hoy las personas interesadas en postular a los cargos de diputado y senador.
Luis Soler
Impuesto inflación
En relación con el proyecto de reforma constitucional al Banco Central, que le permitiría adquirir instrumentos emitidos por la Tesorería u otros títulos de deuda pública en el mercado secundario, cabría comentar que el efecto económico de ello es equivalente al de la emisión de dinero inorgánico -sin un respaldo basado en el aumento de la producción de bienes y servicios- lo que devalúa la moneda y da origen al aumento de los precios
Adolfo Paúl Latorre, abogado