"Se espera una sequía parecida a la de 2019, agudizada entre Atacama y Ñuble difícil de revertir para este año"
En conversación con El Diario de Atacama, el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, se refirió a variados temas de interés para la región y sus proyecciones, entre ellos destacando el estado del proyecto de la doble vía de la Ruta -5 Caldera -Antofagasta, la situación de la escasez hídrica en la actualidad y el plan nacional de ayuda para el sector de Agua Potable Rural en Atacama.
La doble vía para la Ruta -5 Caldera -Antofagasta, es uno de los proyectos más anhelados de conexión carretera en la región, ¿Cuál es el estado actual de este mega proyecto?
- El proyecto de la doble vía se encuentra en su etapa de definición. Esto quiere decir que se está trabajando en el análisis, factibilidad y creación del diseño, sus características, de cómo será el tema de peajes y sus precios, los tiempos de las obras, entre otros, para luego pasar a la etapa de licitación del mismo.
¿Para cuando está prevista su etapa de licitación y comienzo de obras?
- Tenemos previsto que el proyecto sea licitado el segundo semestre del próximo año y que comience sus obras en 2024. Este es el plazo de tiempos estimados que se tenía calendarizado desde un principio, el cual no ha sido modificado debido a las consecuencias por el coronavirus.
¿A qué se debe el segmento de tiempo entre la etapa de licitación y el inicio de los trabajos para concretar la vía?
- Bueno, es un periodo de tiempo de unos dos a tres años, esto porque el diseño específico de la ruta lo hace el propio concesionario que se adjudique las obras del proyecto y allí, se deben considerar aspectos posteriores como el trabajo técnico de ingeniaría, los permisos medioambientales, su factibilidad económica y su impacto social. Con ello, se pueden empezar las obras que tenemos proyectadas al 2024.
¿Cuál es la importancia, entonces, de que se concrete este proyecto para Atacama y la zona norte del país?
- Creo que este es un cambio muy importante según la ruta que esta pensada, con un diseño pensado en los 100 kilómetros por hora, con seguridad y acceso a las distintas ciudades y poblaciones que hay en el trayecto y que es muy distinto a lo que hay ahora. Es decir va a tener un impacto en la calidad de vida de todas las personas que transitan por esa ruta, que será muy significativa.
¿Cuál es el impacto que ha tenido la pandemia por el COVID -19 en el transporte por las rutas de la región?, ¿Cuánto ha bajado el flujo de tránsito en ellas?
- Aquí ha habido un impacto significativo respecto a las consecuencias que ha traído el coronavirus y sus medidas de prevención, en donde la ruta Algarrobo por ejemplo, o sea entre La Serena y Vallenar, tuvimos una caída del 27% de flujo en abril en mismo periodo del 2019. Lo mismo en mayo. donde tuvimos una caída del 20%. Mientras que entre Vallenar y Caldera, tuvimos un descenso de flujo del 30% en abril y del 28% en mayo, los cuales están asociados principalmente a los vehículos livianos, ya que los transportes de carga se han mantenido constantes.
En otro ámbito, las últimas décadas se ha hablado de la opción de construir una carretera hídrica. En septiembre del año pasado la Corporación Reguemos Chile entregó un proyecto en la materia. ¿Está considerado que llegue a Atacama? Y ¿En qué situación está la iniciativa?
- Efectivamente existe el proyecto de una carretera hídrica, que plantea tomar agua de los ríos, en su nacimiento, de la zona sur. El agua se llevaría básicamente por gravedad, es decir se toma en la cordillera y se va aprovechando esa altura para ir desplazando el agua hacia la zona norte y luego de eso ir sacando el agua para llevarlo a las zonas del norte que más lo necesiten. Este proyecto tiene contemplado su alcance para Atacama, ya que cumple con las características de beneficio del mismo.
¿Existen otros proyectos estructurales para combatir la sequía?
- Hay otro proyecto en paralelo al anterior, que tiene que ver con una ruta pero a nivel de mar. Este lo que hace es tomar el agua antes que desemboque en el mar y se contamine con el agua salada. Se toma un porcentaje pequeño de ella y se le ponen tubos que van a 200 metros de profundidad con pesos, para que estén sobre el fondo marino. Así, en cada uno de esos puntos que se quiere sacar agua, hay una salida para esos tubos que la contienen y así abastecer en los lugares que se necesitan. Esta iniciativa igualmente no se descarta abarque la Región de Atacama.Sin embargo, estos proyectos están en su fase 1, de análisis y factibilidad, para determinar si serán aprobados o no. Ese resultado debería estar en los próximos meses, esperamos no pasando este año.
¿Cuál es la situación actual de la escasez hídrica en Atacama y la situación de caudales?
- Antes que nada hay que tomar en consideración que Atacama es una región muy árida, pero por sobre eso, durante los primeros meses de este año hasta mayo, llevamos un 100% de déficit respecto del promedio histórico de lluvia. Esto ha traído como consecuencia que los caudales en los ríos, específicamente el de Copiapó en su registro histórico a mayo, está 51% abajo y el de Huasco un 62% abajo. Si se hace la comparación con el año pasado, Huasco está más o menos igual en esa cifra, mientras que el de Copiapó está bastante por debajo.
¿Cuál es la proyección que existe para la escasez hídrica este año en la región?
- Hoy la situación sigue siendo muy difícil respecto al 2019, año en el que se registró el año más seco de la historia en Chile, y las consecuencias se pueden ver en los caudales de los ríos que siguen estando muy afectados. Los pronósticos que hay es que este trimestre y el siguiente seguirá siendo seco, bajo el promedio, por lo que no esperamos que la situación se revierta. Lo que es evidente es que entre Atacama y Ñuble, según variados pronósticos de modelos de cambios climáticos, van a seguir teniendo en adelante menos agua y más temperatura.
Finalmente, ¿Cuál es la situación del plan nacional de ayuda para el sector de Agua Potable Rural en Atacama?
-Primero que todo, señalar que este plan nace de una cosa más general que el sistema de Agua Potable Rural (APR), que es la necesidad de las personas para poder afrontar el pago de los consumos básicos en momentos difíciles como el que estamos viviendo. Para ello, se creo un subsidio con el fin de ayudar a las personas que viven bajo el sistema APR.
En Atacama hay 41 de estos sistemas que atienden hoy a 5.300 familias, equivalente a casi 20 mil personas y situándose principalmente en la comuna de Alto del Carmen, pero también en zonas de Copiapó, Freirina, Tierra Amarilla, etcétera . Todos ellos recibirán este subsidio que será por tres meses por la emergencia, pero a parte de ello, se está invirtiendo un monto de 1.300 millones de pesos para la continuidad de APR para este año en la Región de Atacama.