Nicolle Vivanco
"Los buenos días dependen de las buenas noches", de esta forma respondió Fernando Schiffeli, neurólogo, especialista en medicina del sueño y miembro del directorio de la Sociedad de Medicina del Sueño de Chile, al ser consultado sobre las consecuencias de los cambios de hábitos al momentos de dormir durante la crisis sanitaria.
Esto ya que varias personas que se encuentran con teletrabajo, estudios online, cambios de jornadas o han sido afectados social, económica o físicamente por el COVID-19, han reclamado por cambios a la hora de dormir y con estos algunas deficiencias en sus rutinas diarias.
Esto se respalda con el informe que entregó la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde apuntó que una de cada cinco personas en el mundo tendrán cambios de ánimo e insomnio, como consecuencias más comunes en este periodo. Este número dobla su cifra que en "circunstancias normales".
Mientras que en territorio nacional una encuesta que fue realizada por docentes de la Universidad Padre Hurtado, mostró que el 43% de los chilenos tiene problemas a la hora de dormir. Donde los principales factores dentro de la contingencia son el estrés, poco contacto social, menos exposición a la luz del sol, ansiedad y falta de hábitos.
La importancia del sueño
Sobre esto Fernando Schiffeli, quien trabaja en el Centro Integral de Medicina del Sueño de Copiapó, PHB 24, señaló que no se está dando la importancia que se debe al sueño dentro de la pandemia.
"La inmunidad (a las enfermedades) dependen un 80% del buen sueño, en la medida que uno pueda dormir bien, vamos a estar protegidos, si no dormimos bien entre las 23 horas y las cuatro de la mañana, si no estamos durmiendo profundamente a esas horas, con un día que lo hagamos falla en un 30% la capacidad de respuesta inmunitaria. Eso está probado con la vacuna de la hepatitis, que falla un 30% cuando la persona se pone la vacuna y no ha dormido esas horas", consideró el experto.
Por esto, recomendó que es importante programar el sueño y llevar un equilibrio. Sobre esto considera que los adultos se tienen que dormir máximo a las 23 horas, mientras que los niños a las 21 horas ya deben estar dispuestos a dormir.
"La gran importancia no es la cantidad sino cuando, un niño no puede dormir más allá de las 21 horas", destacó.
Casos
"Hay días en los que me duermo muy temprano y otros que no puedo hacerlo hasta las cuatro de la mañana, he probado tomando té, sacando la tv de la pieza, pero hasta el momento nada me ha funcionado. En el día me siento cansada, y aveces dejo de lado mis obligaciones", comentó Camila Rojas, quien es estudiante universitaria y motivada por su abuela ha realizado la cuarentena voluntaria de forma permanente.
La joven describió que al pasar mucho tiempo en su casa, la mayor parte lo ocupa mirando pantallas, por lo que siente un especial cansancio en los ojos y espalda, sumado a esto, en varias ocasiones le es difícil conciliar el sueño.
Por su parte, Carolina Lazo, desde hace dos meses realiza teletrabajo el que comienza a las 9 horas, por lo que tiene una rutina bastante establecida. Sin embargo, explicó que se está durmiendo a horas que no corresponden a su cotidianidad.
"Me estoy durmiendo súper tarde, pero no me duermo antes de las dos de la mañana y yo antes a las 10:30 ya estaba muriendo (…) mira yo creo que uno anda más alerta por eso tiene más sueño, yo me imagino que como estoy en la casa mi cuerpo cree que es fin de semana, porque yo los fines de semana me duermo tarde, pero como ahora estoy todos los días en mi casa mi cuerpo piensa que estoy de vacaciones, porque si bien la rutina me hace cumplir horarios y todo, igual estoy acá todo el rato", confesó.
Mirada experta
Sobre esto, Marcos Maturana, presidente del Colegio de Psicólogos de Atacama, aclaró que dentro de los elementos que puede afectar los hábitos y horas de sueño durante la pandemia se encuentra "el cambio o falta de rutina durante este tiempo de confinamiento, el miedo a contagiarnos, la ansiedad y estrés que genera la sobre información acerca del virus, el poco contacto social e incluso la disminución a exposición de luz solar", dijo.
Con esto, subrayó que esto puede provocar dificultades para conciliar el sueño y mantenerse dormido pero también se puede tomar el hábito de dormir más.
"Sumado en el caso de los niños, también podrían aparecer los terrores nocturnos", explicó.
Por otra parte, el neurólogo Fernando Schiffeli, consideró que el hacinamiento es una gran causa de los desórdenes en el sueño.
"Tenemos que coordinar el sueño con todos los habitantes de la casa, por esto primero tenemos que reorganizar el sueño de los habitantes de la casa y después organizar el día, no al revés, no organizar el día y el resto que queda dejárselo al sueño", enfatizó el experto en el área.
Para el neurólogo es importante considerar que el no dormir adecuadamente genera ansiedad. Esto porque "la segunda mitad de la noche se estabiliza la emotividad y propósitos de vida, en la medida que nosotros no estemos y hagamos la primera etapa, no podamos hacer la segunda, no sabremos que hacer al día siguiente, andaremos con ansiedad, depresión y será terrible, ya que no hemos regulado el sueño", dijo.
Estrategias
El experto en sueño Fernando Schiffeli, apuntó que "no es lo más importante los medicamentos" por esto da más crédito a la planificación del el día y la noche.
Para quienes tienen muchos problemas en sueño, llamó a asistir a un neurólogo para poder revisar estos trastornos.
Por parte del psicólogo Marcos Maturana, consideró que se deben tomar en cuenta diferentes estrategias ante este problema "intentar mantener una rutina con horarios establecidos, una dieta saludable, hacer alguna actividad física durante el día, no dormirse viendo el celular, computador o televisión y filtrar la información que deseo conocer o recibir. También es importante evitar el consumo de café, bebidas energéticas o cola y el alcohol antes del horario determinado para dormir", comentó.
Finalmente sumó recursos naturales que ayudan a conciliar el sueño, como lo es la melatonina, valeriana, melissa, entre otros.
"La inmunidad (a las enfermedades) dependen un 80% del buen sueño, en la medida que uno pueda dormir bien, vamos a estar protegidos".
Fernando Schiffeli, Neurólogo y especialista en, medicina del sueño
"Yo los fines de semana me duermo tarde, pero como ahora estoy todos los días en mi casa mi cuerpo piensa que estoy de vacaciones, porque si bien la rutina me hace cumplir horarios y todo, igual estoy acá todo el rato"
Carolina Lazo
"En el caso de los niños, también podrían aparecer los terrores nocturnos"
Marco Maturana, Presidente del Colegio de, Psicólogos de Atacama.
23 horas es la hora máxima para programar el sueño de un adulto. Mientras que la de un niño es a las 21 horas.
43% de los chilenos tiene problemas a la hora de dormir, según informe de la Universidad Alberto Hurtado.