(viene de la página anterior)
-En todo caso, el Imacec de abril representa, se dice, una caída sin precedentes. ¿Qué significa exactamente ese índice?, ¿había usted visto algo así?
-El Imacec mide el crecimiento mensual de la economía del país y por ende nos está mostrando que en abril de este año la economía produjo un 14,1% menos que en igual mes del año pasado, caída no vista antes y que da cuenta del fuerte impacto que está teniendo el covid-19 en Chile, dado que ha frenado el normal funcionamiento de muchos sectores.
-¿Hay otros indicadores de la crisis, como índices de ventas u otros, que muestran esos números y qué cree que mostrarán en el próximo mes?
-Todos los indicadores económicos están dando cuenta del impacto de la pandemia, el desempleo ya alcanzó un 9%, los ocupados cayeron 7,6% y todos los distintos sectores económicos han marcado contracciones. En mayo se espera un resultado aún más complicado que en abril, dado que fue un mes donde se ampliaron las cuarentenas en el gran Santiago.
-A modo de ejemplo, ¿cómo está el índice de ventas en supermercados, uno de los pocos comercios que funcionan en cuarentena? ¿Se ven afectados igualmente por la situación?
-Los supermercados tuvieron alzas en sus ventas en marzo, dados dos hitos durante el tercer mes del año que las impulsaron. Primero, a principios de mes se vio un aumento en la demanda producto de la crisis social que atravesábamos y el miedo a que retornaran con fuerza los actos de violencia y con esto el cierre de locales. Luego, en la segunda quincena, la crisis sanitaria desató otro fuerte aumento en la demanda producto también del temor por parte de los consumidores de que los locales cerraran o que hubiera desabastecimiento. Pero luego en abril el sector marcó una caída anual en sus ventas, en parte influenciado por una mayor base de comparación al ser precisamente abril de 2019 el mes que más creció ese año y por la fuerte demanda que hubo en marzo que pudo haber provocado que muchas familias se sobre-stockearan afectando sus compras de abril.
-Probablemente también hubo mayores transacciones electrónicas, pero ¿hasta qué punto el comercio en línea puede reemplazar al presencial?
-Efectivamente el canal online ha crecido a tasas por sobre el 100%, pero los altos resultados no alcanzan para revertir la negativa situación del sector, donde no todos los actores del comercio minorista tienen esta posibilidad y muchos, que sólo cuentan con canal físico, no están teniendo ningún tipo de ingreso por venta. A esto se suma que sólo una parte de la población tiene acceso al canal digital.
-El aumento del comercio informal que venía de antes, ¿se ha intensificado a raíz de la pandemia y de la pérdida de empleos?
-Creemos que el comercio informal se intensificará una vez pasada la pandemia y cuando se acaben las cuarentenas. Se vio tras la crisis social un alto crecimiento del comercio informal y esta es la dinámica que se acentuará tras esta crisis. Según los datos del INE el comercio cuenta con 1,7 millones de ocupados, de los cuales 32% son informales. A su vez, la informalidad del sector lleva ya varios trimestres móviles aumentando a tasas de dos dígitos marcando en el último período un alza de 13,7%, lo que implica 67.951 informales más en el comercio que hace un año.
-Más allá de los números, la situación de cartas de despido, cierre de locales y pymes, etc. debe ser triste…
-Claramente estamos atravesando por un momento muy difícil como país y de ahí la importancia de estar unidos, de ser capaces de llegar a acuerdos para salir adelante, y por último, pero muy importante, de ser solidarios ante los que lo están pasando mal, necesitamos ayudarnos en estos momentos.
-De seguro son decisiones que prácticamente se imponen, pero en el proceso de alguien que quiebra, de un negocio que cierra, la necesidad de despedir, ¿qué aspectos se deben considerar?
-Nadie quiere despedir a su gente, ni cerrar su negocio, y siempre se buscarán las alternativas y medidas disponibles para no hacerlo. Hoy se cuenta con una batería de medidas que ha lanzado el gobierno que ayudarán a que muchos no tengan que tomar esas decisiones. Pero el escenario es difícil y no todos saldrán adelante.
-¿Cómo evalúa las medidas que el gobierno ha implementado que podrían ayudar a su sector: créditos Fogape, Ley de protección del empleo, fundamentalmente? ¿Hay otras medidas que podrían tomarse?
-En general las medidas que ha instaurado el gobierno han sido bien recibidas por el sector. De hecho, según una encuesta que hicimos, un alto porcentaje de las empresas aplicó con éxito, está en proceso de aplicación o piensan aplicar a las distintas medidas disponibles. Sobresale la ley de protección de los ingresos laborales, postergación de créditos bancarios y crédito con garantía Fogape. Pero sin duda van a ser necesarias nuevas medidas, la pandemia ha durado más de lo que se creía, por lo que será necesario extender los plazos en la ley de protección de empleo, volver a posponer quizás los pagos de contribuciones junto con las patentes que se deben pagar de manera semestral, apurar el Fondo Crecer que aún no sale y que los actores no bancarios como factoring y cajas de compensación tengan las mismas garantías y facilidades de los bancos para llegar a todas esas empresas a las que el Fogape no puede llegar.
-En algún momento, la Cámara se mostró partidaria de la apertura controlada del comercio con la campaña "Abrimos seguros", incluyendo el plan piloto del Apumanque. ¿No era el momento entonces?, ¿cree que sería necesario hacerlo pronto?
-En algunas regiones del país donde el virus se encuentra relativamente controlado se ha registrado una mayor apertura comercial en determinadas comunas y se ha ido reactivando de a poco. De todas formas, existe un factor psicológico que está haciendo que incluso en aquellas zonas que tienen una cierta normalidad los consumidores estén comprando mucho menos y que tiene que ver con la incertidumbre económica. En esas zonas hemos continuado trabajando en la difusión del protocolo sanitario que hemos convenido con las autoridades, ya que es indispensable para el funcionamiento seguro del sector.
-¿Cuánto tiempo más puede el sector soportar esta situación?, ¿hay alguna estimación?
-Es difícil estimar dada la alta incertidumbre que hay, no se sabe hasta cuándo durarán las cuarentenas y por ende no se sabe cuándo se podrá volver a abrir los negocios. Entre más tiempo pase, más difícil es para las empresas, sobre todo las más pequeñas, donde la gran mayoría de ellas nos dijo en una encuesta que no aguantaban más de dos meses sin ventas.
-¿De qué manera se puede hacer compatible, si es que se puede, una reapertura y la salud pública?
-Una vez que terminen las cuarentenas es posible la reapertura con un protocolo de funcionamiento para el sector. El gobierno ya lanzó un protocolo, en el cual participamos, y donde se busca establecer medidas necesarias que protejan la salud de empleados y clientes. Pero es importante que todos cooperen, el comercio puede aplicar estrictas medidas de seguridad, pero si los consumidores no son responsables y no ponen de su parte ponen en riesgo a todo el sistema.
-¿Cómo ve el futuro del comercio posterior a la pandemia?
-Creemos que el PIB del comercio caerá fuertemente este 2020 dada la contracción que hemos visto en los últimos meses y esperamos una recuperación más bien lenta en la segunda mitad del año. Existe una alta incertidumbre dado el escenario de constante cambio que estamos atravesando y la recuperación dependerá de la capacidad que tenga el sector para paliar la crisis sanitaria-económica y recuperar las confianzas de los consumidores. Para el sector minorista esperamos una caída aún más pronunciada, sobre todo para aquellas categorías que no son de primera necesidad.
-¿Se puede prever o temer algo desde lo que ocurre en otros países, en Europa y China?
-Es difícil compararse con otros países, ya que son otras realidades, esta crisis nos pilló en un momento difícil, donde ya veníamos golpeados con la crisis social. A su vez, la respuesta frente al confinamiento en nuestro país no ha sido la misma que en Europa o China, claramente acá no se están respetando bien las cuarentenas y esto también hace que las repercusiones y duración de esta crisis sea distinta. Sí podemos tomar ejemplos de políticas públicas que se están aplicando en otras economías para poder salir adelante ya que claramente necesitaremos medidas potentes para reactivar la economía.
-¿Algún vislumbre de lo que viene el próximo semestre: hay que tener esperanza o apretar los dientes?
-Como mencionaba antes, se prevé una lenta recuperación dada la extensión y alcance que está teniendo esta crisis en el país. En la última encuesta que realizamos a fines de mayo un cuarto de las empresas encuestadas dicen estar en un estado financiero crítico y sumando los que dicen estar en mal estado son casi la mitad de las empresas las que están en problemas. La situación es más complicada para las micro y pequeñas empresas, que son las que más han sufrido con esta crisis. Respecto a la futura recuperación tras la pandemia, un 39% espera que esta sea lenta y un cuarto de los encuestados cree que será muy lenta, un 4,8% cree que no sobrevivirá la pandemia y solo un 3,6% prevé una rápida recuperación. Dicho todo esto, hay que tener claro que estamos frente a un shock transitorio, estamos atravesando una pandemia que eventualmente pasará, se descubrirá la vacuna y la economía comenzará a recuperarse, pero lo importante es tratar de acelerar esta recuperación y para esto las medidas que se adopten serán claves en este proceso.
el viernes reabrió el mall de temuco, luego de dos meses sin funcionamiento. otros comercios, por ejemplo en la capital llevan más de 70 días cerrados.
"La informalidad del sector lleva varios trimestres móviles aumentando a tasas de dos dígitos, marcando en el último período un alza de 13,7%: son 67.951 informales más en el comercio que hace un año".
"No se sabe hasta cuándo durarán las cuarentenas y por ende no se sabe cuándo se podrá volver a abrir los negocios. Entre más tiempo pase, más difícil es para las empresas, sobre todo las más pequeñas".
ROCIO CUMINAO ROJAS/AGENCIAUNO