"Lo más lindo de todo esto del fútbol es ir quemando etapas"
El lateral volante por izquierda de Deportes Copiapó, Wilson "el Piña" Piñones (32), se reconoce como un "copiapino a morir". Él vivió su infancia alternando su estadía en la casa de su madre en San Lorenzo, el hogar de su abuela en la población Pedro León Gallo y el Estadio Luis Valenzuela Hermosilla, pues acompañaba a su padre Wilson "el Manzana" Piñones, otrora futbolista que defendió los colores de Regional Atacama a principios de la década de los 90's.
En conversación con El Diario de Atacama, "el Piña" se refirió a la importancia de su padre como su mentor en el fútbol, sus inicios en este deporte y su trayectoria, que ha estado marcada por un largo periodo de 12 años en el "León" de Atacama, donde llegó a ser capitán, un paso crucial en Unión La Calera, que le permitió dar el salto a Primera División y un año en Deportes Iquique, antes de volver a Copiapó, equipo donde Piñones aseguró que "vengo a sumar".
¿Cómo describes esta vinculación por los colores, tanto de Regional Atacama como de Dep. Copiapó?
- Todo empezó con mi papá (Wilson Piñones padre), él fue el que me introdujo en el mundo del fútbol y desde muy chico tuve la oportunidad de compartir con gente ligada al fútbol, mi padre me llevaba a los partidos y de ahí nació todo mi interés por esta linda profesión.
Si tu padre jugaba de lateral derecho ¿Cómo fue que saliste zurdo?
- La verdad es que no sé qué habrá pasado, pero por lo mismo que salí zurdo, a él le gusta que le pegara a los tiros libres y me hacía practicar mucho.
¿Tú estilo de juego se asemeja al de tu padre?
- Yo soy más volante, hice toda mi carrera de volante de contención o volante mixto, pero en estos últimos años he estado más de lateral izquierdo y obviamente uno trata de manejar varios puestos, es lo ideal, porque uno tiene más alternativas para pelear un puesto.
¿Y qué recuerdos tienes con él?
- Anécdotas todas futbolísticas, recuerdos de cuando Regional Atacama subió y fuimos allá a la Virgen a esperarlo, en el inicio de Deportes Copiapó también cuando subió, yo la viví como hincha primero, era pelotero en los partidos, son vivencias que van forjando la infancia y la niñez, que por ahí uno empieza a hacerse camino. Empecé siendo pelotero, luego a entrenar, después compartir otro tipo de momentos, conocí a la gente del primer equipo, hice cadetes, entonces son etapas que uno va quemando y lo más lindo de todo esto del fútbol, es ir quemando etapas.
¿Cómo fue que llegaste al primer equipo de Deportes Copiapó?
- Tuvimos la posibilidad de iniciar un proyecto de largo plazo dirigido por varios profes, en especial con Víctor Palma, que con él logramos muy buenos resultados en cadetes y después lo llevamos al primer equipo, fueron muy lindos momentos que me tocó compartir desde chico con varios compañeros, estaba Lester Labarca, Marcelo Bolton, Jean Paul Dantagnan, Jonathan Riveros, fue mucho tiempo con ellos desde muy chico que empezamos a jugar desde la escuela de fútbol, luego los cadetes y después el equipo profesional.
¿Cómo fue tu debut con el "León" de Atacama?
- Fue contra Unión La Calera en 2005, era el último partido del campeonato y éramos varios que teníamos la opción de poder estar, inicié yo y Jean Paul Dantagnan de titulares y fueron varios más a la banca, Matías Sánchez, Marcelo Bolton, que después ingresaron y nada, un debut soñado, muy buenos recuerdos que a uno lo motivan para seguir adelante, fue el inicio de una gran carrera.
En tu primer paso por Deportes Copiapó estuviste 12 años donde te tocaron momentos duros y otros memorables ¿Cuál fue el trago más amargo?
- Cuando descendimos en 2011, no tuve mucha participación en ese año y solo jugué los últimos 14 partidos, fue un año que iniciamos muy mal a nivel directivo y de organización, ya veníamos de estar peleando el descenso en años anteriores, fue un año pésimo, muy triste, de mucha impotencia.
Pero al año siguiente te tocó la otra cara de la moneda...
- El 2012 tuvimos la posibilidad de ascender inmediatamente, fue un campeonato regular que se terminó de buena manera, donde logramos dejar al club en Primera B, que es donde estaba el año 2011.
¿Qué recuerdas de esa definición por el ascenso contra Linares?
- Fue un partido de ida y vuelta muy difícil, sacamos un muy buen resultado de visita y después de local terminamos con un triunfo sufrido hasta el último momento, fue inolvidable, el estadio estaba lleno y fue un lindo momento que se coronó con el ascenso.
El año 2015 fue muy difícil también ¿cómo viviste el aluvión con los tuyos?
- Nos tocaba entrenar acá en el estadio y el mismo día se suspende, pero no sabíamos la magnitud de lo que iba a provocar la lluvia, nosotros vivíamos en El Palomar y toda mi familia vive en el sector alto, entonces como se desbordó el río quedamos aislados, fue un momento difícil, de mucha angustia.
Pero eso les ayudó a sacar temple e hicieron una gran campaña, sobre todo en Copa Chile...
- El 2015 había un muy buen plantel, se hacía de local en Caldera por el tema del aluvión, y se hizo una muy buena campaña, tanto en el campeonato como en Copa Chile, estuvimos peleando con Colo Colo los cuartos de final, hicimos de local en El Salvador y perdimos 3-2 la ida y en la vuelta en el Monumental empatamos 2-2, estuvimos cerca de hacer historia con este equipo.
El 2017 ¿fue quizás el año más duro de tu vida?
- No tuve la opción de seguir en 2017 (en Copiapó), en marzo de 2017 falleció mi padre, una gran pérdida y algo muy difícil de superar, porque él fue quien me inició y me involucró en todo esto del fútbol, me enseñó muchas cosas y además por todo lo que implicaba para la familia, fue muy difícil poder soportarlo, en abril falleció mi abuelita, la mamá de mi mamá, y encima con mi pareja perdimos un bebé en junio de 2017, entonces fueron tres pérdidas y a eso se sumaba que yo no seguía en Copiapó.
En lo deportivo llegó la opción de Calera ¿Qué recuerdos tienes de tu estadía en ese club?
- Me salió la opción de ir a La Calera, entonces, el director técnico que asumió el desafío de salvarlos del descenso fue Víctor Rivero, él me ofreció la opción de ir, y por todo lo que había sucedido anteriormente acepté, no fue fácil, porque el equipo estaba descendido, pero caí en el momento justo, con las personas justas, es un momento que se da pocas veces en lograr la hazaña que hicimos, porque el equipo estaba descendido y terminamos subiendo a Primera División.
Después de La Calera tuvo paso por Iquique ¿Cómo evalúa ese año en el norte?
- Iquique es un muy buen club, una gran institución en todo sentido, con una hinchada increíble, pero si me quedó la espina de poder haber hecho algo mejor y de poder repetir lo que hice en Calera.
Y ahora que volviste ¿En qué condiciones encontraste el equipo actual y en qué se diferencia del Copiapó de años anteriores?
- Copiapó hizo una muy buena campaña el año pasado, es un equipo joven, dinámico, con un cuerpo técnico que trabaja bien, exigente en todo sentido, que han cambiado un poco las expectativas, han cambiado un poco el Deportes Copiapó que todos conocíamos antes y ahora la gente lo ve de otra manera, como un equipo fuerte, complicado, que juega bien.
¿Y qué esperas para este año una vez que termine la pandemia?
- No vengo a morir acá al club, futbolísticamente y personalmente me siento muy bien, obviamente con todo lo que viví, jugar en Primera, salir campeón y subir, vengo con otro plus, yo llegué a sumar y tratar de dar lo mejor de mí.
Un padre de familia
Wilson Piñones y su pareja tienen dos hijos, Antonella de 11 años y el pequeño Wilson, de apenas un año y ocho meses. "Por mi hijo más chico que es el que despierta más temprano, entreno lo más temprano que pueda para poder tener el resto del día dedicado a él", contó el jugador que aseguró además que su hija se dedica a sus clases online. En cuanto a las compras, Piñones dijo que sale solo una vez a la semana.
12 años estuvo defendiendo los colores de Copiapó Wilson Piñones, desde su debut en 2005 hasta 2017.
1 título ha ganado Piñones en su carrera, fue el torneo transición que le valió el ascenso junto a U. La Calera.