El 22 de abril conmemoramos la 50° versión del Día Mundial de la Tierra, cuyo origen se remonta al desastre medio ambiental producido por el derrame en el mar, desde una plataforma petrolífera, de cerca de 100 mil barriles de petróleo crudo, en Santa Bárbara, California. Este hecho derivó, un 22 de abril de 1970, en que más de 20 millones de personas en Estados Unidos se manifestaran pacíficamente a favor de un medio ambiente libre de contaminación. Esta nueva versión del Dia Mundial de la Tierra nos encuentra en medio de la peor crisis sanitaria de los últimos cien años, lo que inevitablemente nos lleva a reflexionar sobre los riesgos inherentes a la etapa de la historia que estamos actualmente viviendo: la globalización. Si algo tienen en común el cambio climático, el cuidado del medio ambiente y la actual crisis sanitaria, es el alcance planetario que tienen dichos fenómenos, lo que obliga a responder en consecuencia, mediante una respuesta mundial firme y coordinada.
La conmemoración del Dia Mundial de la Tierra busca concientizar a las personas sobre los impactos que tiene la actividad humana en el planeta, la interrelación existente entre todos los seres vivos que lo habitamos, y en última instancia, sobre la necesidad de que los seres humanos nos adaptemos a una vida en armonía con el medio ambiente que nos rodea. Esta crisis sanitaria nos ha recordado con fuerza que todos formamos parte de un mismo planeta, y que hoy, más conectados que nunca, todos los países tenemos el deber moral de cuidarlo. En nuestra región, en las últimas semanas hemos informado a la comunidad sobre los avances en materia de calidad del aire en Paipote-Tierra Amarilla, donde los peaks de dióxido de azufre disminuyeron en 2019, en comparación al año anterior, en más de un 80%. En Huasco hemos logrado disminuir, desde 2015 a la fecha, las emisiones de material particulado y de dióxido de azufre.
La aplicación de las medidas contenidas en el Programa de Recuperación Ambiental y Social (PRAS) de Huasco y del Plan de Prevención de Huasco, han surtido efecto, en particular con la aplicación de la Norma Primaria de Dióxido de Azufre y la Norme de Termoeléctricas. A estas dos normas, ya en plena aplicación, se sumará más adelante la Norma Secundaria de Calidad para la Cuenca del Río Huasco, para dotar a la provincia del Huasco de un poderoso instrumento de gestión ambiental que proteja la calidad de sus aguas, esencial para preservar su rica biodiversidad. En materia de humedales, estamos preparando las solicitudes para declarar como Santuario de la Naturaleza a los humedales costeros del Río Huasco y de Totoral. Asimismo, estamos levantando la información necesaria para ampliar esta protección al Humedal del Río Copiapó y a los humedales urbanos de Atacama.
Guillermo Ready
Seremi de Medio Ambiente