El Departamento de Inteligencia Penitenciaria de Gendarmería de la Región de Coquimbo, reveló que un grupo de internos de la cárcel Huachalalume de La Serena habrían estado ideando un intentó de fuga con explosivos durante los últimos meses, logrando desbaratar lo que podría haber sido el escape de decenas de reos gracias a la intercepción de mensajes de texto por parte de cuatro condenados, según un reportaje emitido por TVN "Red Coquimbo".

Uno de ellos se trataría de Claudio Ramírez, reo condenado como coautor, en agosto del año pasado, a 17 años de cárcel tras verse involucrado en un violento asalto con arma de fuego a un padre e hijo en un estacionamiento en pleno centro de Copiapó el 2018. El hombre estaba operando como uno de los ideólogos del escape, perteneciente al modulo 44 del centro penitenciario.

Explosivos

Según la investigación de Gendarmería, la idea de los condenados era hacer explotar las paredes de la cárcel con unos detonantes de alto poder destructivo, denominado ANFO, que contiene una mezcla de nitrato de amonio y combustible derivado del petróleo.

Dichos explosivos lograron entrar hasta las dependencias de la cárcel como una encomienda camuflada en un saborizante de leche. Asimismo, dentro de la misma encomienda, se encontraban un par de zapatillas con los cables detonantes de los artefactos en el interior del calzado, los cuales no lograron su objetivo antes de ser descubiertos.

"Efectivamente desde la Oficina de Seguridad Interna de la cárcel de La Serena, mediante un minucioso trabajo de inteligencia, se logró desbaratar una planificación de fuga liderado por un grupo de condenados", confirmó los hechos al canal estatal el director de Gendarmería de la Región de Coquimbo, el coronel Leoncio Hidalgo.

Por su parte al mismo TVN, el presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería de Chile (ANSOG) de la Región de Coquimbo, Boris Ruiz, explicó que "se incautó material explosivo que se estaba intentando entrar al penal de La Serena mediante encomienda. Así por los medios tecnológicos que tenemos y las investigaciones internas, se logró poder tomar estos elementos antes que entraran al penal".

Mensajes

Debido a la investigación hecha por el personal de inteligencia de la cárcel Huachalalume, los involucrados como cabecilla del intento de escape serían cuatro condenados por distintos delitos, quienes deducieron de su identidad a través de la intervención de mensajes de texto.

Dichos mensajes hablaban de una quinta persona, una mujer que los estaría esperando afuera del recinto penitencial una vez detonarán los explosivos, quien los iba a estar esperando con un vehículo a las afueras del lugar, con el fin de lograr la fuga, la cual no se le descubrió una fecha de concreción.

"Que pasa que me llamó la vieja que tengo el TT guardado, hay que moverse de ahí (...) hay que pasarle otras moneas a la señora 'paque' no saque el auto del patio", relata uno de los involucrados en una conversación por texto revelado por Gendarmería de Coquimbo.

A quién su receptor le responde que "no se po, mañana hablamos con la banda abajo para que paguemos otras monedas para que siga guardado".

Según indicaron, el "TT" se trataría del vehículo que usarían durante la fuga y que estaba siendo cuidado por la mujer, a quien debían pagar una plata extra si querían perpetuar la acción.

En unos mensajes posteriores, se da cuenta de que el auto que hablaban era de la marca Audi, compartiéndose fotos del mismo. "Napo, hay que mandar unas moneas para que se traigan el TT en la semana pa acá y que la vieja lo tenga en su casa", agrega uno de ellos.

A quien otro le responde que "ya mano mío, ojalá ande brígido el 'audio' el día del bombazo".

De esta manera, los autores de estos mensajes, serían de los cuatro reclusos que estaban ideando el escape. Uno de ellos era Iván Bahamondes como el "financista" de la operación. El hombre cumple una condena hasta el 2042, luego que intentará ingresar más de 100 kilos de cocaína al país en 2011. Además, fue uno de los reclusos en las llamadas "celdas vip" de "Colina 2" en Santiago.

Junto a él, se encontraba Claudio Ramírez (condenado hasta 2038) y Marcelo Arellano (condenado hasta 2029), quienes estaban llamados a ser los ejecutores de la fuga.

Además, dentro del grupo, estaba Hoger Viñales (condenado hasta 2023), quien habría sido el encargado de recibir la encomienda a principios de este mes.

"Este trabajo de inteligencia nuestro logró desbaratar algo que si no se hubiese advertido en algún caso, pudiese haber significado un daño importante para nuestra institución y un daño importante para el personal, habiendo registrado daños en la población penal", puntualizó el coronel Leoncio Hidalgo.

Caso

Finalmente, Claudio Ramírez Gallardo fue trasladado y condenado a 27 años de cárcel el 19 de agosto de 2019. Esto tras perpetuar un asalto con violencia en compañía de dos sujetos más en agosto de 2018, donde un disparo -que no ejecutó él- dejó a un hombre con daños neurológicos de por vida.

En un comunicado de prensa de la Fiscalía de Atacama el 13 de agosto de 2019, relataban ante el hecho que "de acuerdo a lo acreditado en audiencia, el día de ocurrido el delito, los imputados Jhonattan Prado Montoya, Bastián Pereira Roa y Claudio Ramírez Gallardo; llegaron concertados a bordo de un vehículo hasta las inmediaciones de una playa de estacionamientos ubicada en calle Yerbas Buenas en Copiapó, permaneciendo Prado Montoya como conductor del móvil; mientras que los otros imputados se bajaron e ingresaron a la zona de estacionamientos".

Alli, según consignó el fiscal del caso, "en aquel violento hecho, el imputado disparo el arma que portaba en contra de Cristian Flores Contreras, quien sufrió lesiones de extrema gravedad, que ocasionaron secuelas neurológicas de por vida en la víctima".