En Italia se derrumbó un puente y no hubo fallecidos gracias a la cuarentena
TOSCANA. Solo hubo dos lesionados en una estructura que suele presentar alto flujo vehicular. En Italia también se consignó una mejora en la situación por covid-19.
Dos personas con heridas leves dejó la caída de un puente sobre el río Magra, en la región italiana de Toscana. El derrumbe se produjo ayer en la mañana y los heridos eran ocupantes de los únicos dos vehículos que había en la estructura al momento del colapso.
Gracias a la cuarentena y las medidas de aislamiento que rigen en la zona, no había más tráfico en el puente que une la localidad de Albiano Magra, en la provincia de Massa Carrara, en Toscana, con Santo Stefano Magra, en la región de Liguria. La ruta es de alto tráfico vehicular y en el último mes se habían denunciado problemas en el asfaltados.
En cuanto a la pandemia, los fallecidos en Italia con coronavirus ascendieron ayer a 17.669 (96 son médicos), con 542 más en las últimas 24 horas, una cifra que mantiene la tendencia de los últimos días de reducción de decesos diarios, mientras también se reducen los contagios y los hospitalizados.
Los casos totales desde que se detectó el virus el 20 de febrero son 139.422, 3.836 más respecto al martes, lo que confirma que se está conteniendo la propagación.
Pero el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli, advirtió que no se debe bajar la guardia a pesar de la mejora de la situación. Actualmente hay 95.262 personas enfermas, y un total de 26.491 ya se han curado, más de dos mil en las últimas 24 horas, la cifra más alta desde que se inició la epidemia en Italia. Además, la gran mayoría de los positivos, 63.084, están en aislamiento domiciliario, mientras los hospitalizados con síntomas y los ingresados en cuidados intensivos se siguen reduciendo.
La reapertura gradual
Ante la mejora de la situación y la contención de la epidemia, el Gobierno estudia cómo y cuándo dar paso a la llamada "fase 2", es decir, la vuelta gradual y muy lenta a la vida normal.
Pero aún no hay fecha y el subdirector de la OMS, Ranieri Guerra, dijo que "abrir o pensar en abrir en esta etapa es bastante difícil, no estamos en una disminución neta sino en una desaceleración en la velocidad" de propagación. "Hay un reservorio de asintomáticos que continúa propiciando la circulación del virus", añadió.