La crisis sanitaria que actualmente tiene lugar en Chile ha llevado a la ciudadanía a tomar una serie de resguardos y medidas preventivas con la finalidad de frenar la propagación del coronavirus, sin embargo, este tipo de situaciones también pone a prueba la capacidad de las personas para unirse, ser solidarios, empáticos y pensar en comunidad. Así es como nació la red de voluntarios 'Delivery Solidario Atacama' que reúne a atacameños que optaron por no ser indiferentes a las dificultades para abastecerse que enfrentan los adultos mayores, enfermos crónicos y personas postradas a la hora de efectuar el aislamiento preventivo.
Nace en caldera
Todo comenzó en Caldera con un grupo de amigos que constantemente colabora frente a distintas situaciones, de acuerdo a lo señalado por Cecilia Ruidiaz, potrerillana que actualmente vive en la comuna puerto. "Esto partió con un grupo de diez, que hemos intervenido muchas veces, siendo la primera para el aluvión del 2015. No somos un grupo armado, solo voluntarias amigas,Andrea Espinoza , Maria Cornejo, Macarena Ochandia y Javiera Martínez", dijo la mujer.
Cuando se habló de realizar la cuarentena preventiva, comenzaron a mirar a sus familiares en riesgo y desde ahí nació la idea de apoyar a la comunidad, siendo el foco principal los adultos mayores, enfermos crónicos y personas imposibilitadas físicamente. El proyecto es totalmente gratuito y consiste en que los voluntarios realizan encargos de mercadería, remedios, verduras, pago de cuentas, traslados y envíos. Los voluntarios evitan salir todos los días y se van turnando para ser consecuentes y estar también en buenas condiciones tanto físicas como emocionales para realizar esta labor.
Ruidiaz fue enfática en señalar que los beneficiarios de esta idea también son parte de la red. "Somos nosotros los que se están moviendo, y ellos son los que están aportando en quedarse quieto, ellos también nos están aportando al no moverse, aplicamos esa política", explicó.
Caldera actualmente tienen un grupo de 16 abuelos y abuelas que pertenecen a casas tutelares a los cuales apoyan. "Desde el municipio velan por ellos, pero dada la contingencia estamos apoyando sin hacer un vínculo directo con la municipalidad, pero sí apoyamos la labor (…) tenemos gente también de Loreto, Calderilla, Bahía Inglesa y Caldera, son alrededor de 16 usuarios más", explicó.
Chañaral
Dado el éxito que ha tenido en tan solo dos semanas la iniciativa que se gestó en Caldera, Cecilia Ruidíaz comenzó a recibir noticias de que la idea se estaba replicando.
"En Chañaral unas chicas crearon la idea y están trabajando en ello. Lo que sí ellas son un grupo formado, la Red Feminista Chañaral", dijo.
Ruidíaz sostuvo que en este momento ya cuentan con un Fan Page 'Delivery Solidario Atacama' donde irán compartiendo más información. "Vamos a tratar de subir las campañas que vamos a hacer, las iniciativas, en realidad lo que queremos hacer es que la gente se motive a ver esto como una oportunidad de hacer un cambio social, de buscar nuevas maneras de relacionarnos, que tengan que ver con mirar al otro, con confianza, no con desconfianza que todos seamos un aporte a esta situación", argumentó.
La iniciativa hoy busca sumar voluntarios en Copiapó dado que "comenzamos a recibir llamados y consultas desde Copiapó para solicitar el servicio y ahí nos planteamos la idea de replicar esto en la capital regional y ahí contacté a Carlos, un amigo", señaló Ruidíaz.
Copiapó
Carlos Pizarro tras ser contactado por Cecilia señaló que " yo asumí y recogí el guante y me puse en campaña. Hemos ido sumando gente al equipo para coordinar, sumando voluntarios e irnos apoyando en este voluntariado".
Consultado respecto a cuáles son los requisitos para ser parte de esta red, Pizarro detalló que "partimos desde la confianza, primero que todo con los usuarios porque tampoco queremos que se le de un mal uso, que no quieran salir porque no sé está cansado o quiere ahorrar plata. Y también desde los voluntarios, desde los mismos círculos de confianza y también dentro de las posibilidades que tienen cada uno".
Catalina Sánchez es parte de la red copiapina y junto con Pizarro cumplen el rol de coordinar junto con visitas a terreno. Sobre ello Sánchez dijo que "a mi la gente me ha consultado por WhatsApp por ejemplo, para ver como funciona (...) la idea es que la persona pague al momento de la entrega, pasamos la boleta o también te pueden hacer transferencias si es que es un monto exacto. La idea es lo que sea más sencillo y transparente en realidad. Obviamente no se cobra por el transporte ni por hacer las gestiones".
Además Catalina Sánchez invitó a la comunidad a ser parte. "Las personas que se puedan ir sumando, bienvenidos, a todas las personas que tengan la posibilidad y la voluntad de sumarse y se contacten y consulten en que consiste".
Pizarro aprovechó también de señalar la necesidad de que el mensaje llegue a quienes lo necesita, dado que "la mayoría de ese segmento de edad no ocupa mucho las redes sociales, entonces hemos entrado a través de los nietos, de vecinos que nos han contactado y así nos hemos tratado de ir armando".
Existen actualmente planes también de replicar la red de voluntarios pero en la comuna de Vallenar. Sobre ello el voluntario señaló que "estamos tratando de armar un grupo, hay algunos contactos ya, amistades y esperemos pronto se pueda armar, a nivel regional nosotros esperamos que después los voluntarios tengan en el caso de que esto se vaya probablemente agravando, los voluntarios tengan cierto reconocimiento ante las autoridades y tengan cierta permisibilidad para poder ir a hacer los trámites que la gente necesita, remedios y ese tipo de cosas", concluyó.
Se encuentran en Caldera, Chañaral, Copiapó y esperan próximamente estar ubicados también en Vallenar.
Su ayuda está dirigida a adultos mayores, enfermos crónicos y personas imposibilitadas de moverse.
No reciben donaciones, dado que realizan los encargos que los beneficiarios necesitan. Es decir realizan las compras o trámites por ellos. Son un grupo de voluntarios independientes y todo es autogestionado.
Es un servicio totalmente gratuito pensado en fomentar el sentido de comunidad y solidaridad ante el coronavirus.
Cuentan con un formulario tanto para los voluntarios como para los beneficiarios donde entregan recomendaciones sanitarias para la entrega y desinfección de los productos.
Una vez realizado el encargo, los voluntarios acompañan la entrega, junto con una pequeña planta hecha por una de las voluntarias y su hijo, como un acto de amor y de esperanza, para que quienes se encuentren en cuarentena puedan apreciar su crecimiento.